Significó una aceleración de medio punto porcentual respecto de un año atrás. Alcanzó un ritmo de 23,9% al año.
Conforme con las expectativas del sector privado el aumento del 1,8% de precios al consumidor en el primer mes del año superó largamente la variación de un año antes, y también el ritmo de desinflación que fijó el Gobierno para cerrar el año con un rango de 15 por ciento.
En enero de 2017 el IPC nacional había arrojado una suba del índice general de 1,3%, entonces acumulaba 36,6% respecto de doce meses antes.
Ahora, pese a la aceleración de la tasa intermensual, el acumulado interanual se atenuó a 25%, y el ritmo alcanzado fue equivalente a 23,9% si se repitiera esa variación en los próximos doce meses.
Como ocurre en todos los comienzos de año, los mayores incrementos se localizaron en los rubros con alta estacionalidad, como Recreación y Cultura con 3,5%; Restaurantes y Hoteles 2,9%; y Bebidas Alcohólicas, 2,3%; mientras que se agregaron los ajustes en Transporte 2,2% y Comunicaciones 1,9 por ciento.
Según el relevamiento de precios del Indec en la variación mensual el conjunto de los precios vinculados con la estacionalidad fue el que más se incrementó con 2,7%; seguido por los regulados con 2,1% y la núcleo 1,5 por ciento.
En el desagregado regional mostró escasa dispersión en las mediciones de inflación con excepción de la Patagonia, donde se aceleró a 2,6%. La mínima se anotó en Cuyo 1,5%; seguida de 1,6% en el Área del Gran Buenos Aires; 1,9% en el área Pampeana y Noroeste y 2% en Noreste.
Pero en el acumulado de los pasados doce meses, por el contrario, los precios regulados sobresalieron con una suba de 39,2%, casi el doble que el 21,1% de la núcleo y del 22,6% de los estacionales.
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