Daniela carbone se encuentra alojada en una celda en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Ezeiza. Se evalúa la posibilidad de otorgarle prisión domiciliaria.
El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, le negó la excarcelación a la azafata Daniela Carbone, que se encuentra detenida como presunta autora de una llamada que alertó sobre la supuesta colocación de una bomba en un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami, cuyo despegue quedó demorado más de siete horas.
El magistrado consideró que de recuperar la libertad la mujer podría poner en riesgo la investigación ya que antes de ser detenida intentó borrar el contenido del teléfono desde el cual, con el chip cambiado, se habían proferido las amenazas. De todas formas, podría evaluarse la posibilidad de concederle la prisión domiciliaria.
A su vez, Aerolíneas Argentinas se presentó como querellante ante el Juzgado Federal de Lomas de Zamora, según confirmaron fuentes de la empresa.
Las fuentes agregaron que “en primera instancia, la acusada se encuentra suspendida sin goce de haberes; una vez que la compañía tome conocimiento de los elementos probatorios obrantes en el expediente, definirá que otras medidas tomará respecto a la tripulante imputada”.
Carbone, de 47 años y con 25 años de antigüedad en la empresa, se negó a declarar esta semana ante el juez Villena, se encuentra alojada en una celda en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Ezeiza.
La situación de la mujer es “muy comprometida” e independientemente de que pueda seguir el proceso en su domicilio, deberá afrontar varios cargos penales y económicos, debido a los perjuicios ocasionados con su accionar.
Las fuentes advirtieron que “hay elementos de prueba suficientes” contra la azafata a quien se acusa de “coacción agravada al piloto” por “referencias a su familia”, luego de haber intentado “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”.
El domingo 21 de mayo, el vuelo AR1304 de Aerolíneas debió ser evacuado en su totalidad cuando estaba por partir rumbo a la ciudad estadounidense de Miami, con 270 pasajeros y 12 tripulantes, al recibir, tanto el comandante del vuelo como personal de tierra, una amenaza asociada al vuelo.
Finalmente, tras corroborarse que se trataba de una falsa amenaza, el avión despegó más de nueve horas después de lo previsto. (DIB) ACR