El edil platense y su progenitor, exfuncionario de la Legislatura, se entregaron ayer en la Justicia pero hoy no hicieron declaraciones.
La causa por Julio “Chocolate” Rigau, el puntero peronista descubierto con 48 tarjetas de débito de empleados de la Legislatura, tiene a dos detenidos muy conocidos en La Plata: Facundo y Claudio Albini, padre e hijo. El primero es un concejal massista de la capital bonaerense, y su papá fue subjefe de la Dirección de Personal de la Cámara de Diputados provincial. Ambos se entregaron el miércoles y este jueves se negaron a declarar. Antes de presentarse ante la Justicia, Facundo Albini había asegurado a los medios de prensa que “hay que ir más arriba” para encontrar a los responsables de la presunta defraudación millonaria con fondos de la Legislatura.
Antes de entregarse a la DDI platense, el concejal aseguró que “hay que ir más arriba” cuando se lo consultó sobre quién era el “jefe” de esta presunta organización que se investiga por supuesto cobro de sueldos de empleados “truchos” del Estado bonaerense.
Los Albini, padre e hijo, quedaron ayer detenidos tras entregarse y esta mañana iban a ser indagados por la Justicia en las fiscalías de nuestra ciudad, pero se negaron a declarar, de acuerdo a información de El Día.
“Hacernos responsables a mí o a mi padre por todo esto es un montón, es un error”, había advertido Facundo al diario La Nación y, si bien admitió que “tenía relación con ‘Chocolate’ Rigau”, dijo que “hay otros que tienen que hacerse cargo” y que “alguien pidió nombrar a cada una de esas 48 personas que ingresaron a la Legislatura bonaerense y cuyas tarjetas tenía Rigau. Y no fuimos nosotros”.
En ese sentido, destacó: “La Justicia tiene que ir para arriba” y anticipó que tiene “muchas ganas de hablar ante el juez” Guillermo Atencio, quien el martes dispuso la prisión preventiva del concejal y de su padre.
“48 tarjetas es un poco mucho”
Mientras tanto, un legislador del massismo, Rubén Eslaiman, admitió en declaraciones radiales que “es normal que un compañero vaya al banco y le cobre a otros compañeros y personas de su mismo sector”.
De todos modos, aclaró que “48 tarjetas es un poco mucho”.
Eslaiman, vicepresidente segundo de la Cámara, sostuvo que esta forma de manejarse es común y tiene el objetivo de evitar “la cola en el banco”. En ese sentido contó que “en mi despacho tengo cuatro empleados, puede pasar que uno diga ‘che voy al banco’ y le cobra a otro”.
El dirigente del frente Renovador aseguró: “En mi caso me han ido a retirar dinero al banco por unos 40 mil pesos. Pero una cosa es que un compañero le cobre a otro, y otra es que se lo retiren a 48″. (DIB) MM