El gobernador se resignó a la definición de la presidencia de Diputados, en la que pesó Máximo Kirchner, como a un mal menor. Y se entusiasma porque el estallido opositor multiplica las posibilidades de alianzas,.
Aunque debió resignarse a la solución de compromiso a la que arribó UxP para la presidencia de la cámara de Diputados, el gobernador Axel Kicillof pude darse por satisfecho con la evolución de los alineamientos políticos en la Legislatura: la fragmentación de los bloques de Juntos por el Cambio en sus componentes partidarios iniciales y el estallido en fragmentos de una misma fuerza de Juntos por el Cambio le plantea un escenario favorable.
Kicillof miró desde fuera la negociación que terminó con Alejandro Dichiara como presidente de la cámara en un esquema de alternancia anual con Alexis Guerrera. El primero representa a los intendentes que alguna vez se referenciaron en Martín Insaurralde y el segundo, al massismo. Pero en realidad, lo que Kicillof vio con recelo fue la influencia de Máximo Kirchner en el cierre del esquema, convenido con el Frente Renovador.
Durante toda la jornada de ayer, desde el entorno del gobernador se limitaron a decir que lo que el pretendía del esquema de comando de Diputados era que sirva “para sacar las leyes que necesita la provincia”. Pero lo cierto es que el gobernador jugó con fuerza para que Carlos “Cuto” Moreno, su histórico “lazarillo” en el mundo legislativo provincial, conservara un lugar de poder. Moreno terminó siendo vicepresidente segundo.
Dichiara, en cambio, tiene doble OK: es un hombre de los alcaldes, pero bien visto por el jefe de La Cámpora. El nuevo presidente de Diputados, al que sus allegados apodan “El Langa”, fue el intendente que dijo que el gobernador podía ser “candidato a presidente de la Nación” en octubre de este año, justo cuando el mandatario luchaba por evitar esa opción y pelear por la reelección.
Aunque después relativizó esas declaraciones, que formuló al portal Cronos, Dichiara, que fue dos veces intendente de Monte Hermoso apareció sosteniendo en público una posición que en privado en gobernación achacaban a Kirchner, aunque nadie nunca lo expresó abiertamente en público.
Con vínculos con el histórico dirigente peronista de la sexta sección Dámaso Larraburu y dos veces intendente de Monte Hermoso, la opción DIchiara le pareció finalmente mejor a Kicillof que otras que se habrían barajado en el proceso, como la del intendente electo del partido de la Costa, Juan De Jesús y el de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
En el caso de Guerrera, también era la opción más potable para la casa de Gobierno de entre el menú que aparecía sobre la mesa de negociaciones. En ese caso, el otro dirigente que figuraba con fuerza era el actual diputado Rubén Eslaiman, mencionado en el marco del escándalo de “Chocolate” Rigau, al igual que De Jesús es apuntado por sus presuntos vínculos financieros o comerciales con Insaurralde.
Todo roto
Las internas, por su parte, fueron menos contenidas en la oposición, que se quebró, aunque de distintos modos, en ambas cámaras. Juntos por el Cambio tiene ahora interbloques en Diputados y Senadores: significa que habrá una bancada de PRO, otra de la UCR, una de la CC y del GEN en ambas cámaras, pero sin presidencias en común porque esa figura parlamentaria no existe en la Legislatura. Es decir, ocurrió una ruptura con un compromiso de trabajar y votar juntos.
En el caso de La Libertad Avanza, el estallido fue mayor: en teoría son un solo partido, pero hay ahora cuatro bloques libertarios en Diputados y tres en la cámara Alta. Las peleas allí son tan virulentas que incluyen acusaciones públicas de complicidad con el oficialismo por parte de los legisladores.
En el Senado, UxP mantiene un bloque propio unificado de 21 legisladores, presidido por Teresa García. Está cerca del quorum de 23 bancas necesarias para sesionar. Juntos tendrá un bloque de 11 presidido por Alejandro Rabinovich, aliado del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro en alternancia con Christian Gribaudo, macrista cercano al operador judicial y empresario del juego Daniel Ancelici. Los radicales tendrá un especio de ocho liderados por el radical Juan Máspoli, que suma una representante del GEN de Margarita Stolbizer y uno que responde a Emilio Monzó. LLA, que tiene cinco representantes, los divide en tres bancadas: la del ex operador estrella ahora caído en desgracia Carlos Kikuchi, acompañado de Sergio Vargas y Silvana Ventura. Y los unipersonales de Nicolás Pareja (armador de listas en la Provincia) y la de la joven Betina Riva, ligada a Carolina Píparo. Joaquín de la Torre experonista y ahora PRO cercano a LLA -su hermano Javier será funcionario de Mieli- conformó un unibloque.
En diputados la dispersión es mayor. Allí, el bloque único de 37 miembros que presidirá el pehuajense Avelino Zurro, quien es sobrino del histriónico intendente y viene de comandar la secretaría de municipios, tendrá enfrente un escenario de mayor dispersión aún. Es que JxC, con 17 bancas, se partió más que en Senadores, porque habrá dos espacios de la UCR, uno de nueve miembros llamado “Radicales Más Diálogo” comandado por Diego Garciarena, que responde al senador nacional Maximiliano Abad y otro que quedó fuera del acuerdo de símil interbloque del JxC y se llama Acuerdo Cívico UCR GEN, tiene cinco componentes dirigidos por Claudio Frangul, detrás del cual se mueve Facundo Manes, peleadísimo con Abad. El PRO tiene 31 miembros comandados por el santillista Agustín Forcheri en un esquema de alternancia anual con el ritondista Matías Ranzini. El “Lilita” Maricel Etchecoin liderará un bloque de tres, que sumará a una dirigente del ARI.
Pero la gran pelea en esta cámara es la de los libertarios. donde los espacios son cuatro. Internamente, el bloque más problemático es el llamado “Grupo de los ocho” comandado por Gustavo Cuervo, que en realidad integran 9 legisladores Constanza Moraguez; uno de cinco liderado por Nahuel Sotelo y dos monobloques: Buenos Aires Libre que responde a Carolina Píparo integrado por Jazmín Carrizo, y Libre, de Guillermo Castello. Aquí la acusación es que a los primeros diputados ceranos a Milei como Agustín Romo los acusan de “traidores” por haber anunciado un bloque propio. Ven en esa ruptura un principio de colaboración con Kicillof: la cámara tiene un quórum de 46 escaños, que se completarían con el principal bloque libertario sumado al oficialismo.
Quienes completan los 92 integrantes del recinto son los unibloques de la Izquierda que tienen mandato hasta 2025. Por el lado de PTS-Frente de Izquierda de Unida, María Laura Cano, y desde el Frente de Izquierda de los Trabajadores, Guillermo Kane. (DIB)