La Cámara que nuclea a las empresas del sector se quejó de iniciativas que buscan modificar el régimen vigente, aun cuando fue rechazado el proyecto Bases. Argumentan que buscan beneficiar a grandes empresas concentradas de Santa Fe.
Las PyMES que producen biocombustibles en la Provincia de Buenos Aires advirtieron hoy contra un cambio en la ley que regula al sector –más allá de la caída del proyecto “Bases”- que podría beneficiar a “las grandes aceiteras concentradas de Santa Fe”.
La alarma fue comunicada por la Cámara de Empresas Pymes Regionales de Biocombustibles, que en un comunicado rechaza explícitamente “cualquier intento de modificar la ley 27.640, que establece un marco para las inversiones estable hasta 2030.
“Introducir cambios de la magnitud de los planteados en el proyecto original o en otros alternativos que aparecieron durante el tratamiento legislativo, implica una variación de las reglas de juego que vulneran la seguridad jurídica”, indicó la Cámara.
Los productores PyMES, que agrupan empresas de Entre Ríos, La Pampa y San Luis además de bonaerenses se preguntaron: “acaso, ¿no es el propio proyecto del Poder Ejecutivo el que prevé un régimen de incentivos para grandes inversiones con beneficios y protección de derechos adquiridos en el tiempo?
La CEPREB aclaró que apoya los regímenes de promoción, pero cuestionó que para atraer nuevos proyectos haya que “destruir uno que está vigente con plazo determinado y genera actividad y empleo en el interior”.
“¿Por qué estos supuestos regímenes de beneficios sirven para proyectos futuros y no para mantener los vigentes por tiempo determinado?”, comunicó la Cámara.
“Observamos con preocupación que tras la vuelta a comisión de la ´Ley Ómnibus´, otros actores del sector elaborador de biocombustibles, que oportunamente plantearon su negocio por fuera del régimen vigente y con destino al mercado externo, ahora se comportan como paladines de la desregulación cuando lo que quieren es regular a su favor”, explicaron.
“No nos oponemos a rediscutir aspectos que se puedan mejorar el régimen en la medida que ello no implique su punto final seis años antes de lo legislativamente previsto. Menos aún a maquillar una desregulación, cuando lo que se pretende es cambiar el destinatario de la regulación en favor de actores que planificaron sus inversiones con otro objetivo de negocio o, en algún caso, generar privilegios solo por ubicación geográfica”, indicó la CEPREB.
“El juego limpio implica respetar a cada uno de los actores del negocio el marco de referencia con el que plantearon sus inversiones”, remarcó la Cámara. (DIB) AL