Se trata de un diseño presentado por el arquitecto Rodrigo Vidal, que llevaría a la cancha xeneize a 90 mil espectadores.
El desafío más grande que tiene Boca, y particularmente la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme, es ampliar la capacidad de espectadores de la Bombonera. Hace tiempo, que los socios xeneizes agotan las entradas y los 54.000 lugares que hoy tiene la hacen quedar chica.
Por eso, se han realizado muchos proyectos que van desde agrandarla hasta mudarla de lugar, como proponía parte de la oposición en las últimas elecciones. El gran obstáculo es comprar los terrenos vecinos a la cancha para poder agrandarla.
Por eso, el arquitecto Rodrigo Vidal presentó su diseño en el que Boca no debería comprar esas casas, tampoco mudarse y que elevaría la capacidad a 90.000 espectadores.
“Esta es la única propuesta que permite que el estadio de Boca crezca dentro de la parcela de Boca, sin tener que comprarle a ningún vecino, ni mudarse y respetando la estructura de la Bombonera. Se elevará el campo de juego, se van a demoler los palcos VIP y se hará un tercer anillo. La cancha se va a techar y tendrá una piel inteligente para albergar a 90 mil espectadores (55 mil populares y 35 mil plateas)” indicó en su propuesta.
Sobre cómo hacerla amplió: “Se sacará la primera bandeja y los palcos VIP, se eleva el campo hasta la segunda bandeja y se la desplaza hacia las vías. Esto porque la cancha se va agrandando hacia arriba. Se le agregan tres tribunas y todo el anillo superior. Y se le pone un techo con estructura independiente y piel”.
¿Qué significa “piel inteligente”? Lo explica el arquitecto que trabaja para una empresa norteamericana: “Está conectada con unos sensores a las bandejas de hormigón de la cancha de Boca. La Bombonera late, como se dice popularmente. Entonces estos sensores detectarán el movimiento y van a hacer que la piel lata cuando la gente esté saltando. Se verá a la Bombonera latiendo desde lejos literalmente”.
“En realidad, a diferencia de otros, este es un reciclaje muy grande, pero sigue siendo un reciclaje. Eso nos permite hacer la obra más rápido. Una obra fuera del actual estadio requeriría más de dos años”. Precisamente serían 16 meses los que Boca jugaría de local en otra cancha. (DIB) MP