La prioridad que dio el flamante jefe de Gabinete a un encuentro con dos ministros bonaerenses: dato político que admite varias lecturas. Fricciones en UxP, PRO, la Libertad Avanza y un armado que se lanza en el radicalismo.
Por Andrés Lavaselli
Es probable que, al menos en lo inmediato, nada cambie demasiado, pero la prioridad que Guillermo Francos le dio a una reunión con dos ministros de Axel Kicillof, los primeros que recibió como flamante Jefe de Gabinete, es uno de los datos políticos de la semana, porque significa la apertura de un canal de vinculación institucional que hasta ahora no existía. Y es, a la vez, la única señal constructiva en un en escenario dominado por el incremento de la tensión. Los cruces y las operaciones que involucran desde Unión por la Patria y el PRO hasta la UCR, los libertarios y el peronismo no kirchnerista definen el pulso político en la Provincia.
Tal vez contribuyó la ausencia del país de Javier Milei, desentendido de la gestión en la peor semana de su administración en ese plano. O fue que Francos aprovechó porque recibir a los enviados del enemigo número uno de Milei no deja de ser una muestra de poder interno. Lo cierto es que la reunión que mantuvo con los ministros de Seguridad, Javier Alonso y de Infraestructura, Gabriel Katopodis fue una novedad que se puede calibrar según la expresión de una alta fuente de gabinete que le recordó a DINB que el funcionario “antes no nos contestana ni las notas formales”.
¿Se trata de algo más que la constatación de la apertura de una vía para dialogar? ¿Abrirá el paso a posibles acuerdos al menos en materia de gestión pura y dura? En la provincia son muy escépticos. El propio Kicillof dijo, en Bolívar, que sus hombres se fueron del encuentro sin “ningún compromiso”. Se refería al pedido de que le traspasen la administración de la Autopista Presidente Perón para poder terminar las obras que Milei ordenó abandonar. Un relcmao que todavía está “verde”, dicen en el Gabinete. Aunque sí es probable que haya novedades con la seguridad de la traza. Dato explicativo: como se contó acá en enero, Alonso tiene buena –y subterránea- relación con Patricia Bullrich, con la que viene conversando varias iniciativas.
Como muestra de que aún con el “canal Francos” abierto la relación es en extremo compleja, en La Plata citan el freno a las autorizaciones para la toma de deuda con organismos internacionales, que el ministro de Economía, Luis Caputo, le traba hace semanas a Kicillof. Esa autorización es la otra cara del pedido de traspaso de obras: son los organismos los que financiarían la mayor parte de esos trabajos, en un contexto de fuerte caída de las transferencias nacionales (un millón de millones de pesos a abril), por efecto de la “motosierra” aplicada a las provincias y por la recesión, que impacta en la Coparticipación y en la recaudación propia.
Mientras, las internas están a la orden de día. Un episodio llamativo lo protagonizó Sergio Berni, que se negó hasta último momento a votar el nombramiento de jueces y funcionarios provinciales que el oficialismo destrabó después de meses de pulsear con la oposición. Berni está furioso porque le negaron la vice 1° de la Cámara (quedó Luis Vivona, hombre fuerte de la primera sección) y la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que comanda el camporista Emmanuel González Santalla, némesis del ahora axelista Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda. El punto es que en su enojo casi complica al Gobernador.
En PRO, el enfrentamiento entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich escaló aún más: la ministra volvió a mostrarse con Sebastián Pareja, el armador “karinista” cuya presencia en un acto en provincia había desatado la furia del Expresidente. Macri, a su vez, se vio defraudado una vez más porque tenía la expectativa de quedarse con Interior en el recambio que protagonizó Francos. El tal su enojo que algunos comenzaron a preguntarse si está jugando a controlar él la negociación con Milei o directamente apunta a un ruptura total con La Libertad Avanza. Por lo pronto, la orden es mandar al desierto a los seis legisladores (cinco diputados, una senadora) que rompieron los bloques parlamentarios en la Provincia: no solo les exigen el sillón en el Concejo de las Magistratura, también van por las comisiones parlamentarias. “No les vamos a dejar ni las fotocopiadoras”, amenazan. El siguiente paso importante puede ser la presidencia del partido en PBA, donde apuesta a colocar a Cristian Ritondo.
Una encuesta difundida en los últimos días le agrega interés a la discusión: el PRO, en Provincia, aparece con apenas poco más de 5% de intención de voto. La exclusividad del uso de la marca partidaria, que Macri hizo incluir en la reunión del consejo bonaerense que selló la caída de la senadora promileísta Daniela Reich, tal vez no sea tan determinante. Una parte del electorado parece estar migrando por su cuenta. Bullrich apuesta a conducir a los que todavía no dan el salto.
Carlos Kikuchi, operador libertario en suelo bonaerense durante la campaña 2023, se enemistó con Milei –con Karina- en su momento y constituyó “Liberad Avanza”, un bloque diferenciado en el Senado junto con Sergio Vargas y Silvana Ventura, ligada al massismo. Ahora, Kikuchi y Vargas se fotografiaron con Miguel Pichetto, Florencio Randazzo y Diego Bossio. Son veleidades de un “peronismo del medio”. ¿Preanunciarán un cambio en las votaciones que viene concretando el bloque de Kilkuchi, siempre favorables a las necesidades de Kicillof? Es una pregunta tal vez más relevante que la del destino de Joaquín De La Torre: ofendido por el señalamiento de su hermano como un corrupto por Sandra Pettovello, decidió romper el espacio libertario “oficial” en el Senado. Irá, si cumple con esa promesa, a un bloque unipersonal, pero su voto será invariablemente opositor.
En el radicalismo también hay una mirada al centro político: Gastón Manes juntó a la tropa que responde al liderazgo de su hermano Facundo en La Rural, restaurante de CABA. Fue el punto de partida de una batalla que será cada vez más abierta por la captura del partido en la Provincia. No la tienen fácil: Maximiliano Abad, el presidente actual del partido en la Provincia, tiene juego nacional. ¿Habrá radicales en un espacio de “centro nacional” con peronista y, acaso, algunos de los eyectados de la eclosión de PRO en unas listas y radicales asimilados a las papeletas de LLA? La suerte del gobierno decidirá, en parte, ese enigma. (DIB) AL