El tema se instaló en las redes sociales y las opiniones, en muchos casos, tomaron tintes transfóbicos. El mandatario buscó la chicana al colectivo feminista y LGBTiQ+.
El presidente, Javier Milei, se metió en la polémica de tintes transfóbicos que ocurrió este jueves en los Juegos Olímpicos de Paris 2024 (JJOO), luego de que una boxeadora italiana, Angela Carini, abandonara una pelea a los 46 segundos porque temió por su integridad ante la precisión, fuerza y ductilidad de su contrincante, la argelina Imane Khelif.
El presidente Milei reposteó una publicación del usuario @Pregonero, donde se ve en un video lo poco que duró el encuentro pugilístico, tras el abandono de la italiana. El clip está acompañado del siguiente texto: “Pusieron a boxear a Imane Khelif (un tipo) contra una mujer. La minita abandonó a los 45 segundos porque le volaba la cabeza. Al tipo ya lo habían descalificado el año pasado luego de comprobar que tenía cromosomas XY con un test de ADN”.
A esa información errónea, ya que Khelif no es un hombre, el mandatario le agregó: “A ver boluprogres. Vengan a explicar esto… Cuando se les marca las estupideces con argumentos responden poniendo todo tipo de etiquetas que buscan cancelar el argumento que los rebate. Después aparece la realidad que los expone frente a su imbecilidad… Si seguía la mataba…”.
Milei, en su versión más auténtica, la que aflora en la red social X, dejó una reflexión en tono chicanero para el colectivo feminista y LGBTiQ+. No es la primera vez que lo hace, pero lo cierto es que, en este caso, la deportista argelina no es “un tipo” y nadie puede aseverar que “tenga cromosomas XY” o sea intersexual o tenga como condición orgánica hiperandrogenismo de una forma liviana, ya que para estar en los JJOO pasó todas las pruebas necesarias de elegibilidad, peso, doping, etc.
En tanto, el debate se instaló en las redes sociales, ya que @PregoneroL no es el único que señaló a la deportista argelina Khelif como hombre, persona trans o intersexual, etiquetando su identidad desde afuera y de forma equivocada. Al menos que la joven diga otra cosa, es mujer en cuanto a su percepción de género, y por su sexo biológico, que corresponde al descrito como femenino, en términos binarios. Por lo tanto, es una mujer cisgénero. Además, nunca se sometió a tratamientos hormonales, por lo que no alteró su sistema endócrino.
La confusión se instaló ya que, en marzo de 2023 Khelif no calificó para el Campeonato Mundial de Boxeo Femenino de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) en Nueva Delhi, ya que en esa competencia no cumplió con los criterios de elegibilidad para participar en la competencia femenina. Supuestamente, la deportista “no se sometió a un examen de testosterona”, sino a “una prueba independiente y reconocida, cuyos detalles se mantienen confidenciales”.
En aquel momento, el presidente de la IBA, Umar Kremlev, había dicho: “Probaron que tiene cromosomas XY y por eso fue excluida”. Este argumento, en tanto, fue reproducido y difundido por el diario Marca de la agencia de noticias rusa Tass.
Pero ese dato tampoco es certero: el par de cromosomas XY determina el sexo biológico masculino, mientras que el XX el femenino. En tanto, en los casos de intersexualidad, donde puede haber órganos genitales femeninos y masculinos atrofiados, aparecen cruces en los cromosomas y lo que se detecta son combinaciones XXY.
Para el caso, en los JJOO de París 2024, el Comité Olímpico Internacional (COI) admitió a Khelif tras realizarse las pruebas necesarias y correspondientes a esta competencia deportiva de elite. Por lo tanto, aunque haya durado 46 segundos, ganó la pelea por abandono de su rival. (DIB) ACR