En diálogo con DIB, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, repasó la situación en los hospitales, la crisis que puede estallar con particular graves en las guardias de emergencias del interior, las razones y las consecuencias de la baja tasa de aplicación de vacunas y las dificultades en el acceso a los medicamentos. Explicó por qué cree que las empresas para comprar y fabricar remedios y la de emergencias pueden aportar soluciones.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, anticipo una situación complicada en el varano con el dengue y explicó qué puede ocurrir su continúa la tendencia actual de baja aplicación de vacunas. Además, analizó la crisis en el acceso a los medicamentos producto de la suba de precios, una situación impacta fuerte en el interior. Y explicó por qué cree que la producción estatal de medicamentos puede ayudar a mejorar esa crisis. ¿Por qué puede haber un colapso de la atención de emergencias en el interior provincial producto de la suba en ganancias?
Los casos de dengue fueron récord esta temporada ¿Qué va a pasar el año que viene?
Es un problema grande. Cuando reapareció el dengue en el país primero era importado completamente, entraba de países limítrofes y para finales de verano, en marzo, generaba la epidemia. El año pasado hubo casos todo el invierno y este año va a pasar lo mismo. No son casos importados, con los propios viajes en el interior de Argentina. Eso va a hacer que en diciembre ya haya epidemia. Vamos a tener una situación delicada, porque además el gobierno nacional no tomó medidas en el NOA y NEA para erradicarlo en la frontera e hizo la peor campaña de vacunación de invierno de que se tenga memoria.
Hay una cobertura de vacunas muy baja. ¿Qué pasa?
Es una situación global. Puede ser que tengamos una reacción post pandemia; hay un individualismo típico de sociedades más desarrolladas que relega cuestiones comunitarias, algo vinculado al del estilo de vida urbano moderno que puede estar afectando. Por ejemplo, el interior de la provincia tiene mejores tasas de cobertura que las grandes ciudades del interior, el conurbano y CABA.. Seguro que no ayuda nada que el gobierno corte la pauta publicitaria y con eso las campañas de educación para la salud.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
Tenemos un gran riesgo de reaparición de enfermedades que estaban erradicadas. Sarampión, paperas, difteria. Menciono una cuestión que puede parecer lejana pero no lo es. Con la guerra en Gaza, parecen casos de poliomelitis: aprendimos con la pandemia que si acá hay una tasa de cobertura baja y hay virus en algún lugar del mundo tenés riesgo. No es para hacer terrorismo pero hay que preocuparse. Otro tema que hay que mirar es la bronquiolitis.
¿Qué diagnóstico tienen sobre lo que está pasando con la accesibilidad a los medicamentos en medio de los aumentos de precios?
Es uno de los temas principales para nosotros. Los medicamentos son maravillosos pero a la vez, por lo menos desde los años 80, son el gran problema del sistema de salud. A principios de siglo se decía que cuando el gasto en medicamentos sea el 20% del total en salud, el sistema será infinanciable. Hoy estamos en el 35%, 40%. En Argentina se agrava por la falta de control interno: pagamos medicamentos de alto costo más caros que en Europa y hay un mercado interno que aumentó entre noviembre y enero por encima de 100 puntos sobre la inflación. Así, venden un 30% menos pero sostienen la rentabilidad. Pero el costo es gente que no compra menos anti hipertensivos, anti diabéticos. No son cosas superfluas. Eso se traslada a los hospitales y a las salitas: van a buscar más medicamentos ahí, pero no damos abasto. Lo dice cualquier intendente: “no puedo pagar el medicamento para el hospital municipal”. El otro día tuvimos que mandar un antibiótico porque no lo podían comprar en un municipio. Y no estamos hablando de un oncológico súper sofisticado, sino de un antibiótico. Eso no había pasado nunca. Es una situación aguda, crítica.
¿Pero es algo que depende de la política económica exclusivamente?
No, empezamos con un programa de medicamentos a bajo costo para llevar a municipios, cosa que nunca habíamos hecho. . Pero lo central es que por eso para nosotros el proyecto de empresa de compra, producción y distribución estatal de medicamentos es estructural.
¿Qué medicamentos?
En principio los hospitalarios, y los de bajo costo, para hospitales y centros de salud. Podríamos gastar lo mismo pero atender más cantidad de gente, que es la gente que antes podía pagarlo en las farmacias. Además, nos permitiría tener más diversidad y precisión en el uso de los medicamentos.
¿Sería una competencia con lo que ahora hace el sector privado?
No debe ser un problema de competencia, puede ser lo de articulación y colaboración. Pero también el Estado tiene que tener una válvula de escape ante monopolios. No quiero competir con algo que es eficiente, pero si se cartelizan y aumentan 200%, produce el Estado.
Quiero relacionar lo del dengue con la accesibilidad: van a producir repelente este verano?
Sí, vamos a producir. El objetivo es tratar de llegar a los barrios a los que la gente no puede llegar. Van a haber reparto gratis en barrios. Si tuviese la empresa de medicamentos, podría ponerlos en farmacia y bajar los precios. Es más, si me aprueban la empresa rápido, podría hacer eso este mismo verano. No, claro, si la apruebas en cinco meses.
Ud. dijo que si no se excluía a las guardias médicas de la suba ganancias iba a haber un problema grande con las guardias. No se los excluyó: qué está pasado?
Esto golpea mucho al interior, el intendente está en el día a día de las guardias y sabe que es muy difícil conseguir médicos si no les dan los números. En el interior no hay un sistema de guardias en hospitales privados que pueda hacerse cargo si falla la guardia pública. En una localidad de 15 o 20 mil habitantes, para el privado no es negocio la guardia por una cuestión de tasa de uso. Si se van esas guardias quedamos en una situación de gran incertidumbre. Porque no hay más nada, es el último dique. Es de extrema preocupación. Daniel Gollán volvió a presentar el proyecto para recuperar la eximición, esperamos que sea acompañado. Varios ministros de provincias con los que hablé ya les dijeron a sus legisladores que lo voten.
¿Hay un problema especial con las guardias pediátricas?
Sí, porque faltan pediatras. Hay una cuestión salarial: las guardias pediátricas a diferencia de otras las hacen solo pediatras, pero ganan mucho menos que los especialistas que por ejemplo usan tecnología específica. Eso hay que revertirlo.
¿Qué cambia tener la empresa de emergencias provincial? En el interior muchos municipios tiene SAME
La razón principal es que cuando llegamos vimos el SAME que hizo Vidal y es cierto que mejoró la oferta de emergencias en general, pero lo hicieron con un sistema de financiamiento asociado a un crédito que los intendentes terminaron no pudiendo pagar. Nosotros creemos que hay otra vía: el sector público atiende el 100% de los accidente viales, que tienen seguro con fondos destinados a la atención sanitaria y está la ART; el 65% de población en Provincia tiene obra social y prepaga. Con la empresa provincial recuperamos esos recursos y la financiamos. También equiparamos stándares de calidad entre los municipios y creamos un sistema de información unificado, que permita planificar la inversión en salud.
¿Es un mito que los bonaerenses se van a atender a los hospitales de CABA?
Lo que marcó la encuesta de accesibilidad a la salud que publicamos hace unos días es que son 140 mil personas aproximadamente las que van. Es decir, hay un porcentaje de casos que se tienden en CABA pero no es de millones de casos como ellos dicen, es un porcentaje chiquito. Lo que a mí me preocupa es que si 10 personas te saturan la guarida de un hospital grande, ese hospital tiene una guardia poco nutrida Lo interesante de esa encueta, además, es que para 11 millones de personas que van a hospitales, el 97% accede y que la enorme mayoría lo resuelve en su ciudad o incluso en su barrio. (DIB) AL