Tendrá la particularidad de poder verse a simple vista, sin instrumentos ni cuidados específicos
Un nuevo fenómeno natural podrá observarse cuando un eclipse lunar sea protagonista en la noche del 17 de septiembre próximo.
Se trata del segundo eclipse de esta naturaleza que se produce en 2024, y que durará más de cuatro horas. Desde Argentina, el mejor momento para observar este fenómeno es en la noche del martes 17; alcanzará su máximo punto de cobertura a las 23.44.
Se calcula que a las 21.41 la tierra empezará a proyectar su penumbra a la luna. En ese momento habrá un sutil oscurecimiento de la misma. Más tarde se empezará a ver cómo desaparece una pequeña parte cuando la tierra proyecte su sombra a las 23.12, y el máximo ocurrirá a las 23.44.
A partir de ese momento el eclipse comienza a finalizar el proceso, culminando a la 01.47 del miércoles 18 de septiembre.
Debido a que se aprecia de noche, gran parte de la población mundial podrá contemplarlo, aunque la nitidez también dependerá de la latitud y el huso horario de cada región. Será visible desde el este de América, Europa y África. Si bien se observará desde todo el país, en regiones como Bariloche y la Patagonia será más potente.
Observar un eclipse, aún en su forma parcial, es un evento realmente asombroso y espectacular. No requiere de medidas de seguridad, contrariamente a lo que sucede con los eclipses solares.
¿Cómo ocurre un eclipse lunar?
La Luna, el satélite natural de la Tierra, gira alrededor de la misma a una distancia promedio de 384.000 km en una órbita que tiene forma elíptica, es decir, un tanto alargada (no es un círculo perfecto).
Asimismo, tiene una inclinación respecto al plano de la órbita de aproximadamente 5 grados.
De esta manera, cada cierto tiempo ocurre que la Luna, mientras gira alrededor de nuestro planeta, queda alineada con respecto al Sol y a la Tierra, de forma que ésta última proyecta su sombra sobre su superficie.
A veces la sombra cubre una parte de la Luna, estos eclipses se llaman parciales, y otras veces en su totalidad, y es cuando la luna toma un sutil color rojizo-anaranjado. Otras veces, la luna solamente proyecta su penumbra produciendo un eclipse penumbral, y el efecto es casi imperceptible a los ojos. (Fuente: 0223)