Insólito
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, se reunió en Casa Rosada con el presidente Mauricio Macri y, al salir del encuentro, tuvo una «desafortunada» frase, justificando la suba de tarifas.
«Las medidas que se están tomando son justamente para lograr que cada vez haya menos gente en la pobreza», afirmó el funcionario nacional, en referencia a los tarifazos.
Además, en declaraciones televisivas, el integrante del gabinete nacional desmintió que estén llegando a los hogares avisos de vencimiento con amenazas de corte y afirmó que, de existir, deberían ser corregidos.
Días atras, en el marco del Consejo Federal de Energía, Aranguren sumó el apoyo de algunos gobernadores a la iniciativa de repartir los costos de la implementación de un plan de cuotas para pagar las tarifas de gas del próximo invierno.
El año pasado, los tarifazos ya habían dejado en off side a otra integrante del gobierno de Cambiemos. La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, fue consultada sobre la desregulación de las naftas por parte del Estado y tuvo serios problemas para dar una respuesta coherente.
“Lo que ha hecho el Estado es ser respetuoso y cumplir con la ley como habíamos pactado que fuera, que a determinado nivel del mercado el Estado se corre de ser el garante del precio porque justamente pasa a ser perjudicial para los ciudadanos”, expresó la segunda del Poder Ejecutivo.
“La norma de reglamentación de este tema decía que a determinada esquema del mercado el gobierno se retira del precio. La verdad que lo hace a favor del ciudadano, no en contra del ciudadano”, insistía una benevolente vicepresidenta que confiaba en que las empresas no querrán hacer más redituables sus ingresos.
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