La novela del clan Medina, que monopolizó durante décadas la UOCRA platense, sumó por estos días nuevos capítulos, a partir de la interna que se generó en dos facciones: por un lado, la de Juan Pablo “Pata”, el patriarca, y, por el otro, Brian, Puly Analía Medina, respectivamente nieto e hijos del otrora líder de la familia, que buscan quedarse con la conducción del sindicato, intervenido desde que sus autoridades quedaran tras las rejas en el marco de una causa judicial.
Hace pocos días se conoció que desconocidos ingresaron a la propiedad de Medina en Punta Lara y asaltaron la caja fuerte, luego de golpear salvajemente al custodio. Eso se leyó como una declaración de guerra que el “Pata” admitió desde su encierro en Ezeiza. Luego de esa jugada, Brian convocó a una asamblea en la que empezó a armar una “conducción paralela” a la intervención, con el apoyo de una envidiable fuerza de choque.
En ese acto de lanzamiento, que tuvo lugar en las instalaciones de Copara, en 82 y 5, el rebelde de los Medina enarboló una serie de consignas cuanto menos intimidantes, dirigidas a sus propios familiares. Allí propuso “echar a los traidores” y expresarse “contra Fabiola, contra Agustín y todos los que destruyeron este gran movimiento”. La respuesta de los presentes fueron cánticos: “a todos los traidores los vamos a matar”.
Fabiola Medina acudió a la Justicia para dejar asentada su preocupación. “No puede dejar de destacar que la principal afectada es una mujer, que tiene a su marido detenido, y que se encuentra junto a sus hijos menores en su domicilio dado que cumple actualmente con prisión domiciliaria”, agrega la presentación que recayó en el juzgado de garantías 5 que dirige Juan Pablo Masi.
El escrito solicita que se ordene a Brian “el cese de toda actitud de persecución, hostigamiento, amenaza o difamación” para con Fabiola, y se le prohíba “toda clase de acercamiento o contacto, por cualquier vía” además de ordenar que evite mencionar su nombre o el de sus hijos.
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