La diputada líder de la Coalición Cívica y miembro fundadora de Cambiemos Elisa Carrió pasó por Entre Ríos y sumó un episodio más para la polémica en una semana que la tuvo en el centro de atención del «círculo rojo» por sus declaraciones sobre las propinas y el aborto.
En un discurso ante el Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos realizado en la ciudad de Paraná, Carrió dijo, entre risas y mientras comentaba los intentos de dividir a la coalición gobernante, que a los radicales «los maneja desde afuera» y que ese «es el mayor castigo por misóginos».
«Me quisieron dividir a mí. No crean. Yo defiendo la República. Si gana Macri, gana la república y gano yo. Y yo no quiero cargos, y nadie puede vencer a quien no quiere nada. Si yo tuviera interés, habría una interna. Y yo no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza está asegurada. Y los radicales van a hacer lo que nosotros digamos. (Risas) ¿No es así Benedetti? Al final, los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro que los maneja desde afuera. Es divino. No saben, es el mayor castigo por misóginos. Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera», dijo Carrió.
Más adelante, la diputada volvió a la carga contra sus socios: «Les puedo asegurar que en el bloque nuestro de Cambiemos hay buena gente, cualquiera sea el partido. La verdad es que hay buenos radicales, las caras que veo de los radicales son de las mejores… Aca está Benedetti, lo tengo ahora, que volvió de no sé dónde que estaba, no sé si llegó al Senado o perdió, no me acuerdo. Pero hay buena gente…».
Carrió se refería a Atilio Benedetti, ex director del Banco Nación y colega suyo en la Cámara de Diputados.
Tras las ironías del jueves, este viernes la diputada se reinvindicó frente a los boinas blancas: en viaje hacia la capital cordobesa, hizo un alto al costado de la ruta para fotografiarse junto a un cartel y afirmar que viajaba a ver a Mario Negri, jefe del Bloque de Cambiemos, «mi único jefe», según publicó en sus redes sociales.
Somos un partido político nacional, soberano en sus decisiones y democrático hacia adentro. No un proyecto personal ni un liderazgo mesiánico.
La frivolidad discursiva alimenta de manera peligrosa a la oposición. Los argentinos necesitan seriedad, no un stand up permanente.
Por nuestro compromiso con la coalición Cambiemos, de la cual somos fundadores, y por el futuro de la Argentina, le pedimos a Elisa Carrió que se abstenga de continuar con esta serie de declaraciones desafortunadas, que lamentablemente ya se han vuelto una costumbre suya.
La respuesta no puede ser «ya sabemos cómo es Carrió». La respuesta es respetar, de una buena vez, a los socios de la coalición de gobierno que ella pretende destruir.
Que nos diga Carrió, realmente, cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que dej
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