Las medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri acarrean serios problemas para vastos sectores de la sociedad. Tanto las personas ocupadas – con trabajo formal o con altos niveles de precarización laboral- como las desocupadas, padecen de distintas maneras las consecuencias de políticas económicas de ajuste que se profundizan tras el acuerdo con el FMI. De este modo, el impacto en la provincia de Buenos Aires principalmente produce la pérdida de poder adquisitivo en los salarios y desocupación.
En ese aspecto, la consultora Analogías realizó un informe coyuntura económica donde advirtió que por primera vez desde el 2016 bajaron las ventas de autos y motos, como así también se experimentó una caída de consumo en los supermercados. De hecho, en junio los ingresos brutos fueron 3% inferior en términos reales a lo recaudado en el primer semestre de 2017.
En el marco de un poco confiable escenario cambiario, la inflación nuevamente dio la nota con un 3,6% en junio, según datos del Indec, mientras que de esta manera se estira la brecha con los salarios ya que no llegan al nivel de crecimiento de la suba de precios. Cabe recordar que el número previsto inicialmente por Cambiemos era de 15% anual pero ahora las proyecciones estiman un 32%.
En cuanto a los indicadores de empleo, con “magros signos de crecimiento desde el año pasado”, comenzaron a desacelerarse hacia marzo-abril y se espera que el registro empeore en los próximos meses. A esto hay que sumarle que el sector público no traccionará la actividad vía obra pública.
La evolución del empleo y los salarios para el sector privado registrado bonaerense desde fines de 2015, muestra que “no se han logrado crear puestos de trabajo de este tipo en prácticamente dos años y medio”. En marzo de 2018 sólo había mil trabajadores más que en septiembre de 2015.
Los sueldos promedio reales de estos empleados tuvieron un ciclo de caída en 2016, otro de recuperación en 2017 y comienzan a contraerse nuevamente en 2018. Es que en marzo de este año resultaron 3,3% inferiores a los de septiembre de 2015. Si se tiene en cuenta que estos datos son previos a la crisis cambiaria de mayo, con seguridad estos números empeorarán.
Sin embargo, las exportaciones registraron ventas 8% mayores a las del primer cuatrimestre de 2017, al margen que la dinámica tiende a desacelerarse desde marzo y si Brasil continúa en recesión.
Con este panorama, el gobierno nacional profundiza el ajuste fiscal que surge del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por ese motivo se observa que el deterioro del poder adquisitivo del salario del sector público es mayor al de los privados.
“Mientras el gobierno nacional acelera el ajuste y se lo exige a las provincias, la provincia de Buenos Aires es uno de los principales catalizadores sociales del mismo, lo que puede perjudicar las posibilidades electorales, incluso de la gobernadora, de cara a las elecciones del año próximo”, concluyó el informe.
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