Antes de que fuera pública su condición de candidato a vice, Miguel Ángel Pichetto se tomó su tiempo para comunicar a la mayoría de los gobernadores del PJ y de fuerzas provinciales la decisión de aceptar la oferta de Mauricio Macri. Fueron, a pesar del impacto de la noticia, conversaciones siempre cordiales, según circula en medios peronistas. En general, cautela y cuidado para analizar el impacto, incluso entre quienes condenan –de manera reservada, al menos hasta ahora- ese paso: son muchos años de negociaciones y de especial atención a las necesidades de cada distrito. Una pintura de su modo de entender la política y el lugar del Senado.
En estas horas se discute cuántos de esos diálogos fueron despedidas políticas, ya en clave de campaña, y cuántos son puentes tendidos. También, si por lo menos algunos gobernadores dieron señales previas de ser permeables a una propuesta más amplia de apoyo: desde media docena, según se dice en el circuito del oficialismo, hasta apenas uno, según dicen con ironía en el PJ kirchnerista apuntando al cordobés Juan Schiaretti.
Las visiones en una y otra vereda no son ingenuas, tampoco rígidas. Por eso, los cálculos son provisorios: parece difícil para el Gobierno volcar apoyos abiertos hasta tanto pueda ser evaluado el potencial de la jugada Macri-Pichetto. Más flexibles son las especulaciones cuando se extienden a la posibilidad de balotaje o de una primera vuelta muy polarizada. Eso daría otro margen de negociación.
En el oficialismo, y entre algunos operadores del ahora disperso PJ no K, circula la idea de promover la «boleta corta» para facilitar el apoyo explícito o discreto de gobernadores de fuerzas provinciales y de algunos peronistas: se trataría de ir con listas propias limitadas a legisladores nacionales, dejando abierto el juego para la fórmula presidencial.
En la otra vereda rechazan que haya margen hoy para ese juego. En las oficinas de Alberto Fernández, y también en el círculo más cercano a Cristina Fernández de Kirchner, destacan que el grueso de los jefes provinciales peronistas está dando señales de apoyo al frente finalmente ampliado con Sergio Massa, que en materia territorial suma un aliado: el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni.