Para contribuir con la higiene y la prevención de enfermedades, se destaca la importancia del lavado de manos desde edades muy tempranas.
Una correcta higiene de manos demanda 30 segundos si utilizamos alcohol en gel y 60 segundos si lo realizamos con agua y jabón. Es necesario saber que no basta lavarse solo con agua ya que el jabón, cualquiera que sea, permite eliminar la suciedad que contiene los gérmenes.
En este sentido, para realizar un correcto lavado debemos mojar las manos con agua, jabonarlas, frotando palmas, muñecas, dorso y dedos, luego enjuagar con abundante agua y secarlas con toalla limpia o papel descartable.
Procurar el hábito en el lavado de manos genera una real disminución de contraer enfermedades, además de constituir una barrera contra infecciones cutáneas causadas por parásitos, entre otros.
Cabe mencionar que, luego de usar el baño, antes de comer, luego de atender a un enfermo, estar en contacto con animales o basura; al regresar de la calle, sitios públicos u otros, es de vital importancia lavarse las manos siguiendo los pasos anteriormente mencionados.