En las productoras de biodisel
La reciente devaluación del peso frente al dólar y la incertidumbre que existe en torno a las variables económicas se extienden como un reguero de pólvora en la agroindustria argentina. El biodiesel es una de las actividades que acusó impacto de esta situación, sobre todo en el caso de las pymes bonaerenses que se dedican al mercado interno, para volcar su producción al corte obligatorio de naftas.
Unos 300 trabajadores de plantas productoras de este biocombustible en Bahía Blanca, Junín y Ramallo fueron notificados de suspensión hasta el próximo 31 de octubre.
El secretario general del sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca, Gabriel Matarazzo advirtió que «las fórmulas que contemplan el valor del biodiesel que debían pagar las petroleras no se actualizan a la forma en la que las empresas pretenden y repercuten en los trabajadores».
La industria argentina del biodiesel vive dos realidades. Por el lado de las fábricas emplazadas en la zona de influencia del puerto de Rosario, que se encuentran enfocadas en la exportación, de manera paulatina empiezan a recuperar mercados, en un contexto de fuerte proteccionismo a nivel global.
En el caso de las fábricas que trabajan en el mercado interno, la realidad es diferente. La reciente decisión del Gobierno nacional de extender al precio de los biocombustibles el congelamiento de los precios del gasoil y las naftas es un golpe de nocaut para esta industria.
Según expresaron desde la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustible (CEPREB), “nos vemos afectados una vez más por las decisiones arbitrarias, discriminatorias, unilaterales e intempestivas del gobierno nacional, nos deja sin recursos para mantener nuestra producción y pone en riesgo miles de puestos de trabajo”. Además, remarcaron que “hoy, todo el sector del biodiesel para el mercado interno está paralizado”.
Para este sector, el principal insumo es el aceite de soja, que se rige por el dólar. El congelamiento de precios por 90 días impulsado por la Casa Rosada obliga a estas fábricas a comprar un insumo con el valor actual de la divisa norteamericana y venderlos al valor del cambio previo a las PASO. “Esto supone la imposibilidad de mantenernos en pie como industria y por efecto, la paralización inmediata de toda actividad con la consiguiente suspensión de la mano de obra involucrada”, remarcaron desde CEPREB.