El Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata, de manera conjunta con organizaciones sociales, otras instituciones y equipos de extensión e investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, presentó esta mañana el segundo informe sobre la Situación Alimentaria en el Gran La Plata. El relevamiento fue realizado este año en 155 sitios de distribución de alimentos (SDA) que incluyen comedores, copas de leche y merenderos.
La directora del Consejo Social, Inés Iglesias, encabezó la presentación acompañada por el investigador de Humanidades, Luis Adriani, el secretario de Extensión de esa unidad académica, Jerónimo Pinedo, y representantes de organizaciones sociales. También participó del acto el presidente de la UNLP, Fernando Tauber, el vicepresidente Institucional, Marcos Actis, el jefe de Gabinete, Carlos Giordano, decanos y representantes gremiales.
“Este informe busca darles voz a las demandas de la gente y generar políticas públicas por parte del Estado para dar respuestas a las distintas necesidades”, enfatizó Inés Iglesias. Y remarcó: “venimos observando un crecimiento sostenido de la demanda de alimentos y una dificultad por parte de las organizaciones sociales de dar respuesta a estas dificultades”.
“El 90% de los sitios relevados manifiestan un incremento en la demanda de asistencia alimentaria respecto de 2018”, expresó la funcionaria de la UNLP.
“Este relevamiento se planificó con la participación de distintos ámbitos de gestión de la región; fueron las organizaciones sociales las que plantearon la necesidad de generar y producir información en este sentido, para que no esté sólo centrada en circuitos académicos”, señaló Adriani al hacer uso de la palabra.
Del relevamiento surge que de los sitios que integran la muestra, un 67% inició sus actividades a partir de 2016. La atención está centrada en un 62% en niños y niñas, mientras que el 13% en adolescentes, 18 % en personas adultas y 7% en personas mayores. La mayoría de los sitios, un 63%, se organiza para aportar dos comidas diarias, en tanto un 25% alcanza a cubrir una comida. Casi dos tercios de los SDA funcionan entre 3 y 6 días a la semana.
El informe, además de aportar al diagnóstico de la situación alimentaria, describe las posibles estrategias y acciones que, a partir de políticas públicas, podrían abordar las complejas circunstancias descriptas. Entre otras, se destaca la efectiva vigencia de la Emergencia Alimentaria, así como la necesidad de políticas productivas diferenciando las diferentes regiones, y la creación de mercados de abastecimiento popular.
También se plantea la necesidad del fortalecimiento de los SDA en equipamiento, insumos y alimentos, mejoras edilicias y remuneración al trabajo voluntario, para abordar la crisis actual y garantizar efectivamente el derecho a la alimentación.