El cambio de signo político a partir del 10 de diciembre, tras la victoria de Alberto y Cristina Fernández en las elecciones del pasado 27 de octubre, abrió una nueva disputa política, esta vez en el interior de la saliente alianza de gobierno.
Es que Juntos por el Cambio -o Cambiemos, o como se denomine la nueva formación- tendrá en sus manos, en la futura administración del Frente de Todos, lo que ha abierto la puerta de las internas y los reclamos.
En concreto, y según marca el artículo 85 de la Carta Magna («debe ser designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso»), la nueva fuerza opositora la estratégica Auditoría General de la Nación, un cargo por el que se tensionó la relación entre la UCR y el PRO, que quieren a uno de los suyos en ese sillón.
Los radicales, con el titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, a la cabeza, reclamó para sí ese derecho, sosteniendo que el radicalismo tendrá 63 legisladores en el Congrerso (47 diputados y 16 senadores), mientras que el PRO sumará 59 (51 diputados y 8 senadores). Sin embargo, los «amarillos» cuentan como propios entre 5 y 6 legisladores que ingresaron por acuerdos con partidos provinciales.
La postura de los boinas blancas fue respaldada desde la provincia de Buenos Aires en voz del diputado bonaerense Maximiliano Abad, delegado al Comité Nacional partidario, quien se metió en la interna a días de que Mauricio Macri abandone el poder.
El marplatense sostuvo, a través de sus redes sociales: “Comparto el pensamiento de Alfredo Cornejo respecto de la designación del titular de la Auditoría General de la Nación”, expresó.
“El equilibrio institucional coloca a la Unión Cívica Radical en posición de conducir la Auditoría”, añadió Abad, que revalidó su banca en la Cámara baja hasta 2023.
El clima se recalentó en el seno de Juntos por el Cambio luego de que trascendiera que la Casa Rosada postula al peronista Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula de Macri, para ese puesto.
La postulación del rionegrino abrió otra interna, esta vez dentro de la propia Unión Cívica Radical: Cornejo, como quedó dicho, apoyó la candidatura de uno de los suyos para reemplazar a Oscar Lamberto, mientras que el gobernador de Jujuy y rival del mendocino en la interna, Gerardo Morales, se inclinó por Pichetto.