Desde estas páginas alertábamos cuando se aprobó la Ordenanza Fiscal e Impositiva en el Concejo Deliberante, posteriormente ratificada por la Asamblea de Mayores Contribuyentes, que se estaban avalando aumentos excesivos de tasas, agravados en el caso de la Sanitaria por la implementación del cobro medido por caudalímetros, que tienen más de 25 años, cuando en los lugares con experiencia en este tipo de prestación se los renueva cada cinco por presentar ya deficiencias.
Cabe recordar que dicha ordenanza se aprobó por mayoría oficialista con un aumento del 35% en las tasas de Servicio Generales y Servicios Sanitarios y un mecanismo establecido para su actualización vinculado a la variación de los sueldos municipales; por lo que a los pocos días con un incremento de los salarios del 12% otorgado por el Departamento Ejecutivo Municipal las tasas subieron también ese porcentaje, lo que se tradujo en una rápida subida de las tasas del 51,2 %.
Vale señalar al respecto, que cuando el Cuerpo Deliberativo trató la Fiscal e Impositiva, hubo dos despachos, uno del Frente de Todos, integrado en Chascomús por el Peronismo y la UxCh, que fue el aprobado y otro de Juntos por el Cambio (UCR y Cambiemos Chascomús) que en lugar del 35% fijaba un incremento del 19,8%.
El despacho que se trató, votó y se aprobó por 9 votos (4 peronistas y 5 vecinalistas) a 7 (3 de la UCR y 4 de Cambiemos Chascomús) fue el del Frente de Todos, que además incluyó también un aumento en la alícuota de alumbrado para viviendas residenciales y pequeños y medianos consumos industriales y comerciales, además de la nueva tasa a los combustibles.
No obstante los aumentos registrados en las boletas a los contribuyentes superan ampliamente el 51,2%, comparados con los valores del año pasado:
En los últimos días se han repartido las correspondientes a la Tasa Sanitaria, con montos en mucho casos de miles de pesos.
Esto lleva a considerar dos cosas, que el cambio de sistema de cobro tenía, además del otorgado por el Concejo, un aumento en sí mismo no observable a simple vista y que además las mediciones pueden ser defectuosas.
Sobre este particular y tratando de eludir la responsabilidad que le toca a las autoridades por dar vía libre a un sistema caduco en sus instalaciones, las boletas intentan que el problema sea del vecino dando la “posibilidad” de revisión, si se hace el reclamo y el medidor no funciona correctamente. Una especie de inversión de la prueba.
En la situación que vive la Argentina en general y Chascomús en particular hace falta sentido político social real y no de la boca para afuera sino real, y es de esperar que alguien, o mejor muchos, en nuestro distrito lo tengan.