Coronavirus en Argentina: avanza la idea de dividir los turnos laborales para aliviar las horas pico y ablandar la cuarentena

El Presidente lo planteó en el encuentro de este viernes con la CGT. Aunque aún duda sobre cuándo conviene levantar el aislamiento y habilitar la mayoria de las actividades económicas-

El almuerzo fue pensado como un gesto de Alberto Fernández a la CGT para tratar de compensar el ruido que había generado en su conducción los elogios del Presidente a Hugo Moyano, un dirigente sindical de enorme peso pero que hoy por hoy está afuera de la central sindical. Pero lo que pasó en la Quinta de Olivos fue que se impuso la realidad: los dirigentes que concurrieron a la comida se enfocaron en mostrar su preocupación por el parate económico y las consecuencias que tendrá entre los trabajadores que representan.
De Moyano igual se habló, pero solo a la hora del postre -ensalada de fruta- y por iniciativa del propio Fernández.
En el arranque del almuerzo -pechuga de pollo, papas rusticas, ensalada y gaseosa- uno a uno los sindicalistas le hicieron al Presidente un diagnóstico de sus actividades. Los que trazaron los cuadros más crudos fueron Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (UOCRA), Antonio Caló (UOM), tres actividades del sector privado.
Los tres plantearon que hoy por hoy está en peligro el pago de la primera quincena de abril de los salarios de los trabajadores de sus actividades. Gerardo Martínez mencionó, incluso, que a esa misma situación se enfrentaban los Gastronómicos (que lidera Luis Barrionuevo y que no participó de la comida). Es un problema que otros de los presentes, como el estatal Andrés Rodríguez o Rodolfo Daer (del sindicato de la Alimentación, actividad que sigue en marcha durante la cuarentena) no tienen.
Se habló de la necesidad de conformar una mesa de crisis para pensar en el «día después» de la pandemia, integrada por el Gobierno, la CGT y las cámaras empresarias. El Presidente se mostró de acuerdo con la propuesta.
Pero Alberto Fernández continuamente se mostró preocupado por cómo podría crecer la tasa de contagios una vez que se levante la cuarentena. Se habló, por caso, de la situación de España, donde «priorizaron no frenar la actividad económica al principio y ahora están frenados por la pandemia».
«Ese es el dilema», repitió varias veces el Presidente. También insistió con su temor por elevada tasa de infectados que podría producirse por contagios en «trenes, subtes y colectivos», una vez que se levante la cuarentena.
Y ahí el Presidente tiró una idea: para descomprimir los servicios de transporte de pasajeros, es decir que los trenes y subtes y viajen abarrotados de pasajeros a las 7 de la mañana y al final de la tarde, extender las jornadas laborales.
«En vez de un solo turno de 8 horas que las empresas dividan a su personal en tres turnos de 8 horas. Que un 30% de los trabajadores vayan en un horario, que otro 30% en otro y el 40% restante en el otro«, contó un sindicalista que participó del almuerzo. Otro agregó: «Lo que se habló es de distribuir mejor la carga del transporte público».
Cerca del Presidente confirmaron:»Alberto viene hablando con todos, con los gremios, los comercios y las empresas en hacer horarios flexibles y extendidos por todo el día».
Como único representante en el almuerzo de los gremios del transporte, Mario Caligari (UTA) dijo que los colectiveros estaban a disposición y que colaborarían en todo lo que fuera necesario.
Otro que tomó la palabra fue Andrés Rodríguez, titular de UPCN. Según las fuentes consultadas, planteó en la comida que entendía no era necesario tener prácticamente paralizado a todo el aparato del Estado en la cuarentena. Dijo que un porcentaje bajo de los estatales, 20 ó 25%, quizá podría volver al trabajo tomando los recaudos sanitarios necesarios.
A los postres, Alberto hizo una mención a su ida a la inauguración del Sanatorio Antártida de Camioneros, donde calificó a Moyano de «inmenso» y «ejemplar». El jefe camionero está afuera de la CGT y es rival de varios de los sindicalistas que estuvieron en Olivos.
«Muchachos, somos todos amigos, lo único que hice fue mostrar la tarea que las obras sociales y los gremios están haciendo» en esta emergencia, les dijo el Presidente.
Aunque el gesto a Moyano los golpeó duro, nadie quiso admitirlo. «No se le dio volumen político al episodio, solo necesitábamos hablar con vos de la situación a la que nos enfrentamos», contestó un sindicalista. (Fuente Clarín – Por Carlos Galván)