Desde el sector alfonsinista se nos hizo llegar una nota de opinión publicad en el Facebook “La Causa Radical” que publicamos a continuación.
“Muchas veces en las redes y grupos de whatsapp vemos con pena actitudes antiperonistas de parte de dirigentes o simpatizantes radicales. Eso afecta la calidad de la política. Y no es bueno para el país. Ni para el partido.
No ser peronista, no es lo mismo que ser antiperonista. Ni ser radical, es ser antiperonista. El anti peronismo es sectario, clasista, emocional. Y supo ser autoritario. Si no repasen un poco la historia.
Decíamos antes que el antiperonismo no solo es malo para el país, que lo es también para el partido. Es que nos guste o no, el peronismo, en el imaginario popular, está asociado a importantes conquistas y mejoras sociales. ¿Y cómo creen ustedes que perciben esos sectores el anti peronismo? Como una amenaza a esas conquistas.
Si pretendemos seguir representando a los sectores populares. Si queremos disputarle las mayorías al peronismo, el antiperonismo no es lo más inteligente. Ni siquiera para los antiperonistas. ¿No les parece que esto está súper probado por la historia? Y no solo con relacion al peronismo. También con relación a la UCR. Los conservadores no se recuperaron haciendo anti radicalismo. Para ganarle al peronismo, hay que hacer otras cosas.
Primero hay que desterrar el antiperonismo. Por lo menos combatirlo. Sofocarlo. Ocultarlo. El anti peronismo se advierte en no pocos correligionarios. Tal vez no se dan cuenta. No sería extraño. Seguro nunca lo reconocerían. Pero se nota. Y que no nos vengan con eso de que mi mejor amigo es peronista. Eso es otra cuestión. Es necesario además actuar de manera tal que la gente nos vuelva a asociar a valores como la justicia social, los derechos de los trabajadores, la igualdad, la equidad. Y por supuesto, también es necesario ofrecer un programa de gobierno que asegure la realización de esos valores.
Pero no podemos dejar de decirlo: será bastante difícil sino imposible, que la gente nos asocie a esos valores y elaborar un programa para realizarlos, mientras sigamos aliados al PRO y defendiendo o guardando silencio frente a los errores de su gobierno. (Guardar silencio es no definirse. No definirse no es lo más radical).
Para terminar, solo le ganaremos los sectores populares al peronismo, si les demostramos que podemos hacer por ellos más que lo que hizo el peronismo. Si somos capaces de construir una alternativa popular que supere al peronismo. Y por supuesto que podemos.
Claro, todo esto tiene sentido solo si queremos seguir siendo un partido popular. Pocas cosas tan reprobables hay como la idea se que el peronismo no deja lugar para un radicalismo progresista”.