El partido puso como condición que el nuevo tributo no se use para perseguir a opositores y que se tenga en cuenta la caída del valor de los activos
A diferencia del rechazo planteado desde la cúpula de Juntos por el Cambio , la UCR porteña se manifestó en favor de «un debate serie» para implementar » un impuesto -adicional y extraordinario- a las grandes fortunas», tal como propone un proyecto en elaboración del kirchnerismo, avalado por el presidente Alberto Fernández en medio de las necesidades fiscales que abrió la pandemia del coronavirus.
«En el marco de la crisis económica y social, con millones que han perdido su fuente de ingreso y un Estado que, producto de las malas praxis acumuladas durante tantas décadas, carece de instrumentos adecuados de política económica, suena razonable exigir una colaboración especial a aquellos que más tienen», señala el comunicado al que accedió LA NACION y que está firmado por Mesa Directiva de la UCR de la ciudad.
Guillermo de Maya es el titular de esa mesa, en la que son mayoría los dirigentes cercanos a Emiliano Yacobitti, Enrique «Coti» Nosiglia y Daniel Angelici (este último intenta desbancar a Nosiglia) junto a algunos referentes de otros sectores, como los que encabezan Facundo Suárez Lastra y Jesús Rodríguez. De Maya es un hombre cercano a Yacobitti y, por ende, al senador nacional Martín Lousteau. No es la primera vez que la UCR porteña desafía el status quo de la alianza que lidera el macrismo.
El texto difundido hoy marca algunas condiciones ineludible para el debate del nuevo tributo. Tal el caso de que el impuesto no se convierta en herramienta de persecución a un sector que no acompaña al Gobierno. «El diseño tributario no puede ser concebido como una herramienta de señalamiento ni persecución a sectores que el oficialismo siente distantes. Menos aún en horas en que lo que va a hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso es la capacidad de acción colectiva. Por ello, nos preocupa que la iniciativa haya sido precedida de la diatriba presidencial en contra del sector empresarial», indicaron. (Fuente La Nación)