El otro día cruzando la plaza San Martín de mi ciudad, reparé que hay por lo menos cuatro troncos de diversos grosores y altura, que han sido árboles que murieron.
No sé si se puede, o el paso del tiempo indefectiblemente terminará con la putrefacción de esa madera, pero que lindo sería que apelando a la magia que tienen los artistas, convertirlos en obras de arte tallando es madera ya muerta pero que es testimonio de nuestra plaza.
Es sólo una sugerencia porque quizás haciéndoles algún tratamiento se puede inmortalizar alguna obra relacionada con nuestro acervo cultural.
Leave a Reply