El 80% tuvo cuadros leves
El ritmo se aceleró en los últimos días. La mayoría de los pacientes estuvo internado una semana y luego fue aislado 14 días en su casa o en un hotel
La evolución de la pandemia de coronavirus comenzó a acelerarse. Pero no solo se observa en el ritmo de los contagios: también podemos verla en la cantidad de recuperados, que no deja de crecer. Este martes, Argentina superó una barrera positiva, los 4.000 pacientes que lograron reponerse. Esta curva mostró avances significativos en el último tiempo: se demoró más de un mes en arribar a los primeros 500 pacientes que recibieron el alta médica. Sin embargo, se llegó a los últimos 500 en apenas tres días.
Uno de cada tres infectados ya superó el Covid 19. Según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, hay un total de 4.167 recuperados sobre un total de 12.628 contagios desde que empezó la pandemia.
La primer alta se registró el 12 de marzo. Lo recibió el infectado Nº 1 de Argentina, un hombre de 43 años que había regresado al país desde Milán, Italia. El 3 de marzo, cuando se confirmó que tenía coronavirus, quedó internado en una clínica privada de la Ciudad. Allí permaneció nueve días y luego cumplió otros 14 de aislamiento preventivo en su casa de Puerto Madero.
Contando desde esa jornada, pasaron 32 días hasta que nuestro país tuvo más de 500 infectados recuperados. Ocurrió el 13 de abril, cuando se notificó que el total alcanzaba los 515.
A los 1.000 se llegó más rápido, en 12 días (fueron 1.030 el 25 de abril). Y 11 días más tarde se superaron los 1.500 (pasó el 6 de mayo, la cifra ascendió a 1.524).
Los pacientes que pudieron reponerse se duplicaron en las dos semanas siguientes: el miércoles 13 de mayo se informaron 2.262 altas; el sábado 16, 2.534; y el jueves 21, 3.032.
Para el sábado 23, las personas recuperadas alcanzaba los 3.530. Tres días después, se sumaron los casi 500 restantes.
«Los números de recuperados son los esperables. Tiene que ver con la evolución natural de la enfermedad», señala Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
El especialista asegura que, en la mayoría de los casos, los contagiados no deben seguir un tratamiento específico. «Es un virus que, en general, se desarrolla en forma benigna. En el 80% u 85% de los casos se manifiesta de manera leve o asintomática«, advierte. En esos pacientes lo único que hacen es actuar frente a los síntomas «con paracetamol, si hay fiebre o dolor de cabeza; y con un expectorante, si sufre mucho la tos», detalla.
«El cuadro suele mejorar entre los primeros tres y cinco días. A la semana, el paciente tiende a dejar el centro de salud. Después, debe cumplir otros 14 días de aislamiento. En la Ciudad, suelen mandar a los recuperados a hoteles cuando saben que en su casa no tienen posibilidades de respetar dicha medida», cuenta de Vedia, que es infectólogo del Hospital Muñiz.
Para los cuadros moderados, con neumonía y manchas en los pulmones, «tampoco hay un tratamiento eficaz». «En principio, suministramos antibióticos por si, además, tienen alguna bacteria asociada», aporta.
Frente a las situaciones más graves se utilizan antirretrovirales que, normalmente, sirven para tratar el VIH. «Usamos Lopinavir/Ritonavir. Si bien hay pocos estudios como para probar que son efectivos, en los casos severos lo empleamos y tuvimos buenos resultados«, dice De Vedia.
Y agrega: «Hasta hace unos días también se intentaba con Hidroxicloroquina, un viejo medicamento para el paludismo. Sin embargo, interrumpimos su administración porque surgieron nuevas investigaciones que muestran efectos adversos a nivel cardíaco».
Además, suman respiradores y oxígeno como herramientas «de sostén» aunque aclara que son pocos los casos en los que resultan necesarias: sólo el 5% de los pacientes con Covid-19 son derivados a terapia intensiva y la mitad de ellos requiere asistencia respiratoria mecánica. También les suministran medicamentos para la presión y anticoagulantes.
María Teresa Rosanova, jefa clínica del servicio de Infectología del Hospital Garrahan, cuenta que algunos cuadros leves y de grupos que no se consideran de riesgo son enviados a sus casas o a hoteles, desde donde realizan un «seguimiento telefónico». Ella es infectóloga pediatra y dice que este sistema se implementa bastante con los más chicos.
«A los 10 días de tratamiento, en los cuadros leves; y a los 14, en los más complejos, si es que la persona ya no tiene síntomas, se le realiza el examen de PCR (para diagnosticar). Si el resultado es negativo, se repite a las 24 horas. Con el segundo negativo el paciente recibe el alta», precisa y opina que «es lógico que, ante el aumento de casos, sean más los recuperados».
Explica que después del doble descarte se sigue la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de otras dos semanas de aislamiento total. Por último, resalta que «no se encontraron con recaídas». (Clarín – Por Paula Galinsky – Foto AFP)