Deuda
La propuesta del Ministerio de Economía básicamente implica una reducción del período de gracia desde los 3 años ofrecidos inicialmente a 2, con una muy leve mejora en el pago de intereses
La Argentina mejoró la oferta y encendió un renovado optimismo en torno a un acercamiento con los acreedores, por lo que los operadores y analistas comenzaron a procesar los últimos pasos oficiales que, presagian, extenderán los plazos para continuar con las negociaciones.
Los bonos en dólares mostraban saltos de hasta más de 3% pasado el mediodía, luego de procesar el comunicado oficial divulgado el jueves por la noche que revelaba una mejora en la propuesta oficial para los acreedores.
La propuesta del Ministerio de Economía básicamente implica una reducción del período de gracia desde los 3 años ofrecidos inicialmente a 2 años y con una muy leve mejora en el pago de intereses.
Es decir, la Argentina podría comenzar a desembolsar pagos a los acreedores privados a partir del 2022 y no del 2023, como estipulada la oferta presentada en abril a la Comisión de Valores de Estados Unidos.
«Nos hemos acercado pero aún hay un camino importante por recorrer», afirmó el jueves por la noche el ministro de Economía, Martín Guzmán, a través de un comunicado de prensa, en referencia a las negociaciones durante esta prórroga de la operación, que vence el próximo martes 2 de junio.
Argentina y sus asesores «pretenden continuar con las discusiones con los inversores para promover una reestructuración de deuda que contribuya significativamente a estabilizar la situación económica actual, a mitigar las restricciones a mediano y largo plazo sobre la economía de Argentina creadas por su actual carga de deuda, y a orientar la trayectoria económica del país hacia el crecimiento de largo plazo», señaló el Palacio de Hacienda.
Esa declaración fue lo que alimentó las especulaciones sobre una nueva prórroga para achicar aún más los
Guzmán precisó también que de los tres grupos de inversores más fuertes del país, «el grupo de acreedores llamado Ad Hoc se movió en la dirección correcta con respecto a su oferta previa, pero el movimiento fue corto, insuficiente para las necesidades del país», y que «al día de hoy son quienes tienen una posición más alejada de las restricciones que enfrenta nuestro país».
Del resto, Guzmán prefirió no dar más detalles, debido a que aún se mantienen vigentes algunos acuerdos de confidencialidad rubricados con los distintos acreedores.
El grupo Ad Hoc Bondholder, representado por White & Case LLP, y otro grupo, Exchange Bondholder, presentaron conjuntamente una propuesta que se enfoca en proporcionar al país alivio de flujo de efectivo de más de US$ 36 mil millones durante nueve años, revelaron ayer en un comunicado.
Aquí se encuentran algunos de los principales tenedores de bonos del país, como BlackRock, Ashmore Group y Fidelity Investments.
El segundo grupo mencionado incluye Monarch Alternative Capital LP, HBK Capital Management y VR Capital Group, y Greylock, entre otros grandes fondos internacionales.
Este último fondo tiene como referencia principal a Hans Humes, quien en el pasado ingresó al canje de deuda del 2010, y quien hoy muestra una actitud conciliadora, aunque aún con diferencias.
Qué implica la propuesta
En el mercado comenzaron a calcular los números según esta propuesta y la ubican con un valor de recupero de 53 dólares, lo que significa una distancia de 8 dólares, respecto a la mejor estimación del mercado sobre la propuesta oficial, que es de alrededor de 45 dólares en esta cuestión.
Este valor tiene que ver con los supuestos implícitos de lo que se supone sería la «exit yield» (tasa de rendimiento de salida) de los bonos nuevos que coticen en el mercado, que para los bancos de inversión es mayor a 10% o incluso más.
Eso, supone un valor de recupero menor al previsto por el Gobierno, de apenas 41 dólares en el peor de los pronósticos, como es el caso de Morgan Stanley, según los últimos números presentados este viernes.
Todo esto motivó la idea de que las puntas están más cerca y que se mantiene la voluntad de las partes de alcanzar un acuerdo, aunque «aún no se vislumbra el final del juego».
En tanto, la Argentina se mantiene en una suerte de «default técnico», al no haber cumplido con el pago del vencimiento de 503 millones de dólares cuyo plazo de gracia venció el 22 de mayo.
Mientras busca alcanzar un acuerdo por la totalidad de la deuda bajo ley extranjera por alrededor de US$ 66.000 millones.
Al respecto, Humes había vaticinado que la Argentina ingresaría en una especie de default corto, hace una semana, debido a la voluntad manifiesta de las partes de alcanzar un acuerdo. (Telam)