Afirman que no son hechos nuevos
El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, y curas de barrios populares de La Matanza denunciaron maniobras que buscan vincularlos con la ocupación ilegal de un predio, y rechazaron a los “inescrupulosos oportunistas que aprovechan legítimos reclamos para hacer negocios”.
“Los curas en barriadas matanceras de las villas y asentamientos de la diócesis de San Justo expresamos que no instigamos ni organizamos tomas de tierras. Somos simplemente curas que estamos al lado de nuestros vecinos que legítimamente reclaman el derecho a tierras y viviendas dignas”, expresaron los sacerdotes en un comunicado.
“Estos hechos
no son nuevos”
En tanto, en un mensaje grabado dirigido a la comunidad, el obispo García salió a desmentir “un video que vincula maliciosamente una bendición de Viernes Santo del año 2019 con hechos que acontecieron en el Barrio 22 de Enero, donde vecinos y algunos aprovechadores avanzaron sobre tierras, que en realidad son basurales”.
“Los curas de barriadas vulnerables no organizan tomas como algunos andan diciendo. Estos hechos no son nuevos. Junto con las necesidades, muchos utilizan a los vecinos como punta de lanza y, una vez que los terrenos están ocupados, los desalojan e inescrupulosamente los venden ante la vista gorda de muchos”, advirtió el prelado.
En el comunicado firmado por el obispo y una decena de curas de barrios populares de La Matanza, expresaron que “es una vergüenza que existan terrenos abandonados y convertidos en basurales, junto a barrios populares en los que conviven hacinadas hasta 3 familias en un mismo terreno, con viviendas precarias y sin acceso al agua”.
“Expresamos nuestro repudio a los inescrupulosos oportunistas que aprovechan estos legítimos reclamos para realizar negocios turbios. La tierra es para quien la necesita y no tiene medios para adquirirla, no para quienes pretendan lucrar con la necesidad de los pobres”, advirtieron en el texto difundido a la prensa.
Propusieron conformar “una mesa de diálogo entre el Estado, los vecinos, las iglesias y las organizaciones sociales para encontrar una solución integral y accesible al tema del hábitat”. (DIB)