En una entrevista con Télam, la vicepresidenta del Comité Nacional de la UCR consideró que hoy su partido debe «hablarle a la ciudadanía» y recuperar el apoyo de la clase media, y cuestionó la idea de un «Estado paternalista»
La vicepresidenta del Comité Nacional de la UCR, Alejandra Lordén, afirmó que su partido tiene hoy el desafío de «representar una alternativa opositora con pretensiones serias» y advirtió que deben hacerse «cargo de la orfandad político opositora» en la provincia de Buenos Aires y la Nación, aunque señaló que Juntos por el Cambio «sigue sólido».
En una entrevista con Télam, Lordén consideró que hoy su partido debe «hablarle a la ciudadanía» y recuperar el apoyo de la clase media, y cuestionó la idea de un «Estado paternalista».
Médica de profesión con una larga historia de militancia en su distrito, Saladillo, Lordén pidió también una «salida ordenada» de la cuarentena y «corredores sanitarios» para testear y aislar casos de coronavirus en la provincia, pero liberar la producción y el trabajo.
– Télam: ¿Qué desafío tiene la UCR en esta etapa?
– Lordén: Representar una alternativa opositora con pretensiones serias. Debemos hacernos cargo de la orfandad político opositora en la Provincia y la Nación. El radicalismo tiene que empezar a hablarle a la ciudadanía para hacerle propuestas de partido republicano, federal, con un Estado inteligente, eficiente que regule, pero con libertades. Que nos lleve a un Estado de producción, de pleno empleo, exportador, que mantenga lazos con el mundo. Cerrarnos o hablar de soberanías vacías de contenido no ayuda, después de que la supuesta ‘soberanía energética’ terminó en la deuda por YPF que tenemos que pagar nosotros o la ‘soberanía económica’ terminó con el escándalo de Ciccone. Tenemos que proyectar un país con los valores que nos unen.
-T: ¿Y qué pasará con Juntos por el Cambio?
-L: Se consolidó después de perder las elecciones, algo inédito teniendo en cuenta que nunca nos dieron ni dos minutos de vida, aun antes de llegar al Gobierno. Hoy en este nuevo gobierno de Alberto y Cristina sigue sólido. Creo que hay todo un trabajo por delante para fortalecer la coalición, y como radical me gustaría que llegáramos a liderarla.
-T: ¿Cómo se conduce un partido en aislamiento social?
– L: Trabajamos vía Zoom, nuestras comisiones se reúnen. En la Legislatura nos juntamos todas las semanas en el bloque. Es cierto que la pandemia nos frena un poco. Pero lo que más nos frena es el Ejecutivo. Le conviene tenernos con el barbijo puesto como mordaza. Un Presidente nos dice no trabajes en la Justicia, ni en la Legislatura, ni en tu negocio, quédate en tu casa, pero yo lo hago porque te protejo y soy tu papá. Ese Estado paternalista es el que hoy se pone en discusión.
– T: ¿Pero como médica levantaría la cuarentena?
– AL: La cuarentena no se sostiene más porque la sociedad no la sostiene más. Entonces yo propondría la salida ordenada. Hay que hacer corredores sanitarios buscando los casos sospechados, testeando más y aislando todos los casos. Y empezar a liberar la Pyme, los comercios y la producción. Una cosa es que se pare Alemania, con ahorro, crédito y moneda fuerte, y otra cosa somos nosotros. Por eso mientras otros países de Latinoamérica volcaron hasta un 9% del PBI al rescate de la economía y nosotros solo un 3%. La salud no es solo la ausencia de COVID, tiene que ver con lo social, lo físico y lo psíquico, y falta ver todo eso.
– T: ¿Qué papel cumple la Legislatura para trabajar en eso?
– AL: En la provincia falta coordinación y una mirada integral. El gobernador (Axel Kicillof) está complicado y lo vemos cometer muchos errores, con una gran diferencia con la Ciudad de Buenos Aires. La oposición ha tratado de ayudar con más de 250 proyectos legislativos y pedimos reuniones. Tuvimos una sola con él y otra con su jefe de gabinete. La verdad es que se nos escucha bastante poco, cuando sería el mejor momento para tener un comité de crisis opositores y expertos de diferentes disciplinas. No estamos de acuerdo en que un estado de derecho y una democracia de calidad sea solo con la voz monopólica del Poder Ejecutivo. Nos hacen sesionar vía zoom, tuvimos dos sesiones en toda la cuarentena, con las dificultades que esto trae para ser escuchados. Mientras a tres cuadras de la Legislatura los ministerios están abarrotados de gente. Parece que los ministerios ya tienen vacuna pero el Poder Legislativo y el Judicial no.
– T: ¿Cuál es su mirada sobre la intervención de la empresa Vicentin?
– L: La postura de la UCR es la defensa del aparato productivo y esto es una clara interferencia del Ejecutivo en la órbita del Poder Judicial. Merecía un rescate y una ayuda, pero no la expropiación. Esto asusta a los inversores, al país productivo que todos queremos, y quita libertades. El Estado tiene que regular pero de modo eficiente. Hay 6 o 7 empresas igual que Vicentin que hoy tiene mucho miedo, y éste será el precedente hacia el avance de la estatización que la mayoría no quiere. Eso se expresó en bocinazos y cacerolazos. Y los partidos terminamos detrás de la ciudadanía, cuando deberíamos ir adelante.
– T: ¿Qué opina de las denuncias de espionaje por parte de la AFI durante la gestión de Mauricio Macri?
– L: El sistema de espionaje hay que rediseñarlo, tuvo épocas muy opacas. Por supuesto la Justicia tiene que ir a fondo. La inteligencia no tiene que estar al servicio de la política sino de la seguridad nacional. Pero si el rediseño de la inteligencia lo vamos a hacer en serio tiene que ser junto a la oposición, porque si eso pasó en el gobierno anterior, también pasó en el de Cristina, y esto va a ser el cuento de nunca acabar. Y cada nuevo gobierno le va a echar la culpa al anterior por el espionaje de un lado y del otro. (Telam)