Reunión en Olivos
Alberto Fernández, Rodríguez Larreta y Axel Kicillof se vuelven a reunir el jueves y por la noche anunciarán una nueva extensión del aislamiento social. Comercios, running y límites a los bancos, las dudas
Un dato hizo más ruido que otros: el último domingo, la cifra de enfermos de coronavirus críticos alojados en terapia intensiva trepó a 397 y registró una escalada de más del 30% en una semana. El domingo pasado eran 293.
La ocupación de las camas de terapia intensiva, en la jerga médica llamadas camas UTI, es el indicador clave para medir la resistencia del sistema de salud. Estos días trepó más rápido de lo proyectado.
En su monitoreo COVID-19 diario, Alberto Fernández se detiene siempre en el renglón de las camas UTI. La cifra surge de la carga de clínicas y hospitales, no siempre certera, por lo cual en Salud dicen que puede estar subestimada.
Las escenas más dramáticas del coronavirus se vivieron en países donde el sistema colapsó y los médicos tuvieron que elegir a qué paciente conectar a un respirar y a qué otro librarlo a su suerte.
El alerta sobre los casos críticos, frente a un nuevo piso de 2.000 confirmados diario apuró la reunión de Fernández con Axel Kicillof y Horario Rodríguez Larreta este lunes en Olivos.
Estuvieron solos, los tres, en la oficina que el presidente ocupa en el área Jefatura de Gabinete y tomaron café. Hubo proyecciones y una hoja de ruta: en las próximas 72 horas analizarán indicadores sensibles y volverán a reunirse el jueves para, probablemente, anunciar la extensión de la cuarentena esa misma noche.
«Buen clima», dijeron a Clarín en Olivos y apuntaron que Fernández está conforme porque Larreta y Kicillof «trabajan juntos». Hubo momentos en que la tensión entre ambos obligó al presidente a mediar, a oficiar casi de celestino político.
La empatía Larreta-Kicillof se pondrá a prueba el jueves cuando, datos en mano, deban acordar lo que parece inevitable: dar marcha atrás con las excepciones a los sectores con más circulación de gente.
La letra chica no está definida y se irá ensayando hora a hora pero en el menú aparecen restricciones al comercio no esencial, limitaciones a los bancos -una opción es que solo atiendan a jubilados y beneficiarios de planes sociales- y en sectores de la industria.
Salvo que ocurra «un milagro y bajen los casos», según la frase de un funcionario, se viene un endurecimiento que no implica el regreso a fase 1 cuando casi no había actividad. Una «nueva fase 1» o «fase 2 con limitaciones» supone más restricciones pero sin regresar al régimen estricto de marzo.
Otro detalle: cualquier medida será con un plazo determinado quizá de quince días pero con una cuarentena más dura, salidas recreativas acotadas y, todo indica, sin running.
En Olivos repasaron el mapa de los casos críticos. Según un informe de Nación, el sistema sanitario tiene 11.405 camas UTI en todo el país. El domingo por la noche, un funcionario nacional especificó a Clarín que el nivel de ocupación es de 45,7%. Es decir, están 5.525 camas están ocupadas.
Parece haber, a simple vista, cierto margen pero es ficticio porque el nivel de ocupación es desigual y varia drásticamente según la provincia, la región o el municipio.
Según el registro de Nación, en algunos distritos del conurbano -en particular de zona sur- la ocupación de camas está cerca del 80% mientras que en la Ciudad está en el orden del 65%.
En Córdoba capital, a pesar de que hay circulación comunitaria del virus, el sistema está muy holgado, al igual que en Rosario.En estas ciudades flota un fantasma: que si se completan las plazas en el AMBA, se envíen enfermos a ser tratados al interior donde hay camas disponibles.
Además del aumento de COVID-19 hay factores adicionales: con la flexibilización de la cuarentena, comenzaron las operaciones programadas que requieren, luego, cuidados en terapia.
Un elemento extra: reaparecieron los politraumatismos productos de todo tipo de accidentes o conflictos, lo que refleja lo porosa que se volvió la cuarentena.
En abril pasado, las internaciones por este tipo de atención fue casi nulo: sin tránsito ni salidas, casi no hubo ingresos al sistema de salud por politraumatismos. Ahora, volvieron a los registros médicos. (Clarín)