El papá del bebé trabaja en el AMBA, pero hizo una reunión para recibir al recién nacido y dos días después presentó fiebre. Una cadena de imprudencias con final feliz
En fase 5 y con un solo caso positivo, la localidad de Alberti preparó un dispositivo sanitario para “cerrar” sus fronteras a personas que provengan de zonas de transmisión, al exigir la presentación de un test PCR negativo de coronavirus para poder ingresar al distrito.
Sin embargo, la imprudencia de un grupo de vecinos casi echa todo por la borda y obligó a aislar a 77 personas que tuvieron en contacto con un hombre con síntomas, que había sido padre días antes.
El hecho comenzó el jueves de la semana pasada, cuando un trabajador ferroviario que vive en la localidad de Mechita y trabaja en la estación Haedo del tren Sarmiento ingresó de urgencia a Alberti, con su mujer con trabajo de parto.
La pareja fue escoltada hacia la clínica local, preparada exclusivamente para la atención de cualquier urgencia que no esté relacionada con el coronavirus. Tras el parto, y luego del alta de la madre y el bebé, la familia recibió la visita de decenas de amigos y familiares, quienes fueron a conocer al recién nacido y hasta compartieron mates con los dueños de casa.
Sin embargo, cuatro días después del parte el hombre presentó un cuadro de fiebre y falta de olfato, por lo que fue internado y aislado para la realización de un test para determinar si tenía coronavirus. Al preguntar por los posibles contactos estrechos, los médicos se sorprendieron: la comuna debió aislar a 77 personas, entre el personal de la clínica y todas las personas que habían ido a la casa a conocer al recién nacido.
“Fue una situación imprudente e irresponsable y generó un lío porque el papá del chiquito había estado en Haedo y levantó fiebre cuatro días después del nacimiento, después de haber estado dos días en la clínica”, señaló a DIB el intendente de Alberti, Germán Lago.
La situación se complicó aún más cuando el bebé levantó fiebre, por lo que fue trasladado junto a sus padres a una clínica de la localidad de Junín para recibir un tratamiento adecuado.
El alivio llegó al día siguiente: el hisopado a los tres miembros de la familia dio negativo. El dato generó tranquilidad en el pequeño distrito bonaerense, ubicado entre Bragado y Chivilcoy, ya que un resultado positivo del hombre podría haber desencadenado una larga lista de contagios. De todos modos, en 72 horas harán una nueva prueba al bebé, pero su situación quedaría descartada puesto que el posible nexo era su padre.
“Es un caso digno de ser evaluado. El muchacho trabaja en trenes argentinos y vive en Mechita (del lado de Bragado). La pareja no le dijo a nadie que iba a ser mamá y no se hizo controles. El jueves entró en trabajo de parto y llegó a las 7 AM al hospital”, relató Lago.
Ante la emergencia, los encargados de los controles de acceso a la ciudad no aplicaron el protocolo de rigor, pero las autoridades le reprochan al hombre que, al llegar a la clínica no avisó que trabaja en una zona de circulación del virus, lo que lo obliga a permanecer aislado. De haber dado positivo hubiera dejado prácticamente anulado uno de los dos centros de salud con los que cuenta el distrito. (DIB)