A través de diversos programas, se acompaña a niños y niñas en situación de riesgo

La emergencia sanitaria que motivó el aislamiento social preventivo y obligatorio motivó que muchas niñas, niños y adolescentes se encuentren más expuestos y vulnerables al maltrato y a la violencia intrafamiliar, por lo que se refuerzan las acciones de contención y acompañamiento.
En este contexto, en el que las víctimas tienen escaso contacto con las redes habituales de detección por fuera del hogar, las políticas públicas municipales de prevención de la violencia y de restitución de derechos son consideradas prioritarias para garantizar el acompañamiento, tanto desde la asistencia económica como con la contención social y judicial que demanda la problemática.
Como parte de estas acciones, la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia fortaleció la Red de Padres Preventores, programa que busca generar espacios de encuentro, orientación e interacción entre adultos con el fin de compartir saberes y experiencias relacionadas con los desafíos de la educación de sus hijos, el área municipal desarrolló una serie de podcasts con herramientas y recursos para apuntalar a los padres en tiempos de cuarentena.
Por otra parte, dentro del Programa Unidad de Desarrollo Infantil, se trabaja en asistir socialmente a las familias que forman parte de la comunidad educativa del Jardín Maternal e Infantil Municipal “Clarisa Amézaga”.
En la actual situación de emergencia, se entregaron viandas y refuerzos alimentarios a 112 de las 212 familias que tienen niños y niñas en la institución.
Además, la institución mantiene el contacto con las familias y los pequeños a través de llamadas telefónicas, videollamadas, videos y material impreso.
Diariamente, más de 60 niños y niñas entre 6 y 11 años, en situación de vulnerabilidad, reciben acompañamiento desde los Centros Vespertinos de los barrios San Luis y El Hueco.
Ante la situación de aislamiento, se vieron forzados a cambiar la metodología de trabajo con los niños por lo que se optó por reforzar el vínculo con los padres para conocer sus necesidades, angustias, deseos y alegrías.
El contacto con los niños se mantiene a través de llamadas telefónicas, videos, juegos y actividades tanto físicas como artísticas, para entretenerse en casa, y acercándoles refuerzos alimentarios para la merienda.