El expresidente Mauricio Macri celebró hoy el banderazo contra el gobierno de Alberto Fernández que atravesó ayer todo el país, con críticas a los cambios en la Justicia y al aislamiento.
«Orgulloso de los miles de argentinos que salieron ayer para decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad», escribió Macri en su cuenta de Twitter.
El exmandario se encuentra en Europa -hizo cuarentena en Francia y se dirigía a Suiza-, donde tiene previsto mantener reuniones en carácter de titular de la Fundación FIFA.
Su irrupción para «felicitar» a los argentinos que se movilizaron se produjo en pleno debate interno en Juntos por el Cambio sobre la protesta de ayer. Los sectores más duros de Pro participaron activamente del banderazo, mientras que los referentes del ala dialoguista (Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal) tomaron distancia de la manifestación.
También respaldaron la protesta algunos referentes del radicalismo, como Alfredo Cornejo, titular de la UCR, el jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados, Mario Negri, o el dirigente Luis Brandoni. En cambio, el senador nacional Martín Lousteau, de la tribu de moderados de la coalición opositora, optó por el silencio.
Donde no hubo grises es en la fuerza de Elisa Carrió, quien regresó a la política y rompió el silencio el domingo pasado en La Nación. Con duras críticas a la reforma judicial, los principales referentes de la CC-ARI marcharon ayer en distintos puntos de la Ciudad y el conurbano.
El banderazo contra el Gobierno
En un masivo banderazo contra el Gobierno, que tuvo su epicentro en una concentración en el Obelisco, pero que atravesó todas las provincias, miles de manifestantes protestaron ayer contra la política de aislamiento de la cuarentena y contra la reforma judicial, entre otras consignas.
La movilización, que se convirtió en la mayor que enfrenta Fernández desde su llegada a la presidencia, se replicó en decenas de ciudades de todo el país e incluso fue intensa en diferentes puntos del conurbano bonaerense.
Córdoba, Mendoza, Rosario y Mar del Plata fueron algunas de las principales ciudades del interior donde se reprodujeron las protestas. Pero los manifestantes se congregaron también frente a la residencia presidencial de Olivos y la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en el barrio de Recoleta.
Una Argentina congelada
En el Obelisco, entre bocinazos y banderas argentinas, las consignas que primaron fueron contra la reforma judicial. Los carteles reclamaban: «Basta de corrupción», «Justicia sí, reforma no».
Si bien no hubo banderas partidarias ni colores políticos, el común denominador fue el rechazo al Gobierno y a políticas que van más allá de las relacionadas con la cuarentena.
Ante la masividad de la protesta, la reacción del Gobierno fue acusar a la oposición por «exponer» a la gente al contagio de coronavirus y ratificar que la principal «preocupación» es evitar el «desborde» del sistema de salud. (La Nación)