Nota de opinión
Hasta nuestra mesa de redacción llegó la siguiente nota de opinión, sobre el conflicto salarial existente en el municipio, que a continuación publicamos.
“Todos conocemos el justo reclamo por los aumentos de haberes, que vienen realizando los trabajadores municipales al Departamento Ejecutivo desde hace varios días.
También sabemos que, pese a los intentos formales de los sindicatos para entablar una negociación salarial, solo obtuvieron del ejecutivo la negativa, sin haber realizado el gobierno municipal ofrecimiento alguno.
En ese contexto, donde los sindicatos propusieron el constante dialogo, con la participación de diferentes mediadores, se logró que el Sr. Intendente -después de cinco años- los recibiera por primera vez en su despacho. Dicha reunión no tuvo mejor suerte que las anteriores que se dieron con colaboradores del Sr. Gastón; por el contrario, cuando se creía que el mandatario aceptaría una de las tres viables propuestas realizadas por los trabajadores, no efectuó ninguna manifestación negociadora.
Al respecto, no solo que no hubo una propuesta de aumento salarial por parte del Sr. Intendente, sino que también en sus argumentos reconocía la perniciosa situación que están padeciendo varios trabajadores y sus familias, quienes deben ser asistidos por el Estado, por percibir ingresos por debajo del salario mínimo vital y móvil.
Pasados los días supimos que los representantes sindicales mantuvieron reuniones con las bases, y después de tanta espera en vano, decidieron fijar para este lunes medidas de fuerza en reclamo por la difícil situación que están atravesando.
Por su parte, el Departamento Ejecutivo tomó el camino de emitir una resolución intimidatoria dirigida a los trabajadores, con firma de su Secretario de Gobierno, y el recorrido del Sr. Intendente por diferentes reparticiones municipales.
Hasta aquí realicé un breve relato de los acontecimientos, para poder entender el momento del conflicto en que nos encontramos.
Ahora bien, sin pretender extenderme sobre las actitudes negativas del Ejecutivo; si tengo que decir, que esas acciones no ayudan para nada.
En este escenario social debe primar la palabra. Si las conversaciones se cortaron, deben volver a entablarse en lo inmediato con la presencia de los mejores interlocutores posibles; recurriendo al ámbito de conciliación pertinente, que no es otro que el Ministerio de Trabajo.
Los actores políticos de diferentes colores, deben instar a las partes -sindicatos y Departamento Ejecutivo- para que retomen las conversaciones, y se garantice la paz social.
No es tarea de un funcionario alimentar el conflicto; por el contrario, tiene la obligación de buscar respuestas dentro del marco democrático que establece nuestra carta magna. En estos momentos, el dialogo es la solución.
Gonzalo Fierro (Abogado UNLP).