La mandataria bonaerense se propone atacar la inseguridad y poner el eje en las víctimas de delitos, buscando darles mayores garantías. La gobernadora afirmó que, ante estos casos, es su «responsabilidad» acompañar a las familias
La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, expresó ayer que durante su gestión se propone impulsar una «reforma judicial importante» con el objetivo de que ningún magistrado tenga la facultad de otorgar beneficios a los responsables de cometer un delito sin antes sentarse a hablar con los damnificados del mismo. La trascendental modificación del sistema judicial que busca instalar la mandataria bonaerense promoverá «que cambie el Código Procesal de la Provincia de Buenos Aires poniendo como eje» a las víctimas del crimen cometido.
«Una vez terminado el proceso, intentaremos que ningún juez pueda tomar la decisión de otorgar libertad condicional, o salidas domiciliarias, sin escuchar a la víctima», manifestó Vidal en referencia a lo que pretende que se haga en el futuro en la Provincia. Según la gobernadora, considerando los casos de personas que reincidieron en el delito tras haber obtenido algún beneficio durante su período tras las rejas en un penal, la reforma intentará «que la víctima participe no solo del proceso penal, teniendo acceso al expediente y al servicio de abogados del Estado, sino también que pueda participar de las decisiones que se tomen después».
Asimismo, la gobernadora sostuvo que «lo peor es el homicidio, porque no hay reparación y los familiares también son víctimas», al mismo tiempo que sostuvo que en esos casos su «deber» como mandataria provincial es acompañar a las familias y «dar la cara».
En este sentido, se refirió al trabajo que hacen desde el Ministerio de Justicia con el Centro de Atención a la Víctima, espacio en el que ante cada caso grave, como puede ser un homicidio o un abuso sexual, un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y abogados se contactan con las víctimas, con las fiscalías, siguen las causas y, en muchas oportunidades, la mandataria se reúne personalmente con los familiares.
«Mi responsabilidad»
«Es mi responsabilidad, mientras sea gobernadora, que si un hecho así sucede en la Provincia esté para acompañar a la familia desde todo punto de vista. Siento que es la parte más difícil de mi trabajo, pero al mismo tiempo siempre creí que cuando uno tiene un cargo como este tiene que estar en los momentos difíciles, no solo para cortar la cinta», sostuvo Vidal, dando a entender que junto a las víctimas de delitos es dónde más presente tiene que estar el Estado. En este marco, la mandataria bonaerense recordó algunos casos en los que la Provincia se metió de lleno para acompañar y ayudar a los damnificados. «Hay una chica en Azul que fue víctima de una violación intrafamiliar y seguimos el caso porque la Justicia estaba mirando para otro lado. Después está el caso de Micaela, que llegó ahora a los alegatos, la niña que fue víctima de grooming, que también seguí muy de cerca», recordó.
«A lo largo de estos dos años, todos los casos duelen, pero hay uno que fue el más terrible entre todos los demás, que fue el de Agustín», se lamentó Vidal, recordando al niño asesinado en Lomas de Zamora de un tiro por la espalda por los mismos delincuentes que acababan de asaltar a su padre. Para la gobernadora el caso «fue tremendo» porque «fue un homicidio cometido por un chico de 16 años», por lo que en el hecho se visualizó «lo peor de nuestros problemas».
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