El entrenador no está bien de salud. Su familia busca el modo de darle la noticia.
La muerte de Diego Maradona causó dolor, angustia e incredulidad en el mundo entero. Pero una de las personas que más cerca estuvo del astro en su vida, el doctor Carlos Salvador Bilardo, aún no se enteró de la triste noticia.
Es que Boilardo, técnico de la selección argentina de fútbol campeona del mundo de 1986 y subcampeona en 1990 –en ambas oportunidades con Diego como capitán y emplema- no atraviesa un buen momento de salud, tras haber sido operado del síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa.
Desde hace algunas semanas Bilardo está instalado en un departamento del barrio de Flores, enfrente de la casa que compartió con su señora, Gloria, y a una cuadra de su hija, Daniela.
Por eso, la familia tomó una drástica decisión tras conocerse la triste noticia. “Ya le apagaron la televisión, le dijeron que se cortó el cable, hasta la noche o mañana, no sé qué se le dirá”, contó su hermano Jorge en declaraciones a Radio Provincia.
Días atrás, el propio Jorge había contado cómo pasa sus días Bilardo. “Ve todos los partidos que te puedas imaginar. Eso sí, no dice nada. Vos le podés marcar: ‘Uh, mirá lo que hizo éste, es un desastre’. Y él no te va a responder nada”, cuenta el hermano, que vive a 15 cuadras.
La familia está tan pendiente de la salud del ex entrenador que tratan de no contaminarlo con malas noticias. Bilardo no se enteró de las muertes del Tata Brown y Oscar Malbernat. Y estuvieron cerca del control remoto para evitar que conociera detalles de la salud de Maradona.
“No hace falta que se ponga mal, por eso lo aislamos de este tipo de situaciones. Cuando estamos cambiando de canal, tenemos mucho cuidado”, apuntó Jorge.
Bilardo y Maradona tuvieron una relación que comenzaron a construir en el camino hacia el Mundial de México, que los consagraría a ambos, y que tuvo encuentros y desencuentros a lo largo de toda la vida. (DIB)