A dos años del hallazgo del cuerpo de Facundo Astudillo Castro en un cangrejal de la localidad de General Cerri, tras haber estado 107 días desaparecido, su madre, Cristina Castro, recorrió el camino que ella cree que hizo su hijo el 30 de abril de 2020, último día en que se lo vio con vida.
Según la mujer, el joven salió temprano de Pedro Luro a dedo rumbo a Bahía Blanca a ver a su novia; fue retenido en un control sobre la ruta 3, en Mayor Buratovich; luego fue trasladado a una seccional policial; continuó a pie por la RN 3 en dirección a la localidad de Teniente Origone; fue interceptado por efectivos en una camioneta y, finalmente, fue asesinado.
Sobre el raid que vivió el joven en menos de 12 horas sobre la ruta hay mucho por reconstruir, aunque también hay pruebas que surgieron de las pericias realizadas a los celulares de los policías involucrados e investigados.
Para la madre de Facundo, su hijo fue víctima de violencia institucional y libra desde entonces una batalla judicial reclamando la imputación, detención e indagatoria de los policías que lo detuvieron ese 30 de abril del 2020.
Cristina Castro, con dolor, sintetizó crudamente lo que le pasó a su hijo: “A Facu lo tiraron, en época de pandemia, cuando lo único que circulaba en la ruta eran camiones, y era justamente para descartarlo y sacárselo de encima”.
Para la madre de Facundo, su hijo fue víctima de violencia institucional y libra desde entonces una batalla judicial reclamando la imputación, detención e indagatoria de los policías que lo detuvieron ese 30 de abril del 2020.
Por su parte, el abogado de la mujer, Leandro Aparicio, coincidió en reclamar la detención de los policías.
“Con el volumen de prueba que hay, a los cuatro que siempre hemos mencionado los tienen que detener”, dijo el letrado a la agencia estatal Télam, quien se lamentó que a dos años del hallazgo del cadáver el caso aún permanezca impute. (DIB) ACR