Aval de la Cámara Federal al trato diferencial para los arrepentidos en la causa de los cuadernos
Tras la confirmación del procesamiento de Cristina Kirchner, Julio De Vido y otros por asociación ilícita en la causa de los cuadernos, la Cámara Federal respaldó el uso de la ley del «arrepentido», el gran motor del expediente, y justificó que aquellos que firmaron acuerdos con la fiscalía tengan trato preferencial en detrimento del resto de los acusados que no quisieron colaborar.
«Resulta razonable y constitucional que exista un trato diferencial entre el imputado colaborador y quien no ingresó en dicha categoría», planteó la Sala I de la Cámara Federal en un fallo al que accedió Infobae. La resolución se dictó el jueves pasado, en paralelo con el fallo que dejó firme el procesamiento de la ex presidenta y que, a su vez, dejó afuera de la «banda» a la mayoría de los empresarios que pagaron coimas.
En esa resolución, la Cámara Federal sostuvo que «nadie puede ser obligado, pero de ninguna manera puede impedírsele a una persona sometida al proceso a que confiese un delito» y por lo tanto aquel que firma un pacto de imputado-colaborador lo hace «con conocimiento y voluntad».
La decisión de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi no es menor. Hasta ahora, lo único que habían dicho sobre el manejo del juez Claudio Bonadio en la causa de los cuadernos era que él no estaba obligado a mostrar los legajos de los arrepentidos a otros jueces, aunque sí podían hacerlo los fiscales. Y dejaron en claro que no era Bonadio sino cada juez el que deberá valorar si lo que dijo un «arrepentido» en cuadernos puede ser usado como prueba en otra causa.
Pero la Cámara Federal no se había pronunciado sobre las distintas quejas al uso de la ley 27.304, que hicieron a lo largo de estos cuatro meses las defensas de los ex funcionarios y empresarios que no se habían sumado a la ola de las confesiones.
El papel de los arrepentidos en la causa cuadernos
Si algo demostró la causa de los cuadernos de la corrupción es cómo puede avanzar una investigación a través de las confesiones de sus protagonistas. Cuando la detención de más de una decena de ex funcionarios y empresarios sacudió a la opinión pública a principios de agosto y se discutía la validez de las fotocopias, fue el propio Oscar Centeno, el remisero de Roberto Baratta, el que reconoció que era autor de esas anotaciones y admitió los viajes y recaudaciones que había presenciado.
Pero fueron los dichos del primer empresario, Juan Carlos De Goycoechea (ISOLUX), que confesó haber entregado dinero, fue lo que disparó un dominó de declaraciones de imputados-colaboradores que hicieron engordar la causa y hacer desfilar por tribunales a los hombres de negocios más importantes de la Argentina.
Algunos aceptaron declarar después de pasar varios días presos, mientras que otros apuraron un acuerdo con la fiscalía a cargo de Carlos Stornelli y Carlos Rívolo antes de terminar detenidos.
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