La disminución en la velocidad de propagación de los casos de coronavirus, el incremento de la capacidad diagnóstica y la detección precoz, y la mejora en la capacidad de asistencia del sistema de salud del país son algunas de las razones esgrimidas
La disminución en la velocidad de propagación de los casos de coronavirus, el incremento de la capacidad diagnóstica y la detección precoz, y la mejora en la capacidad de asistencia del sistema de salud del país son algunas de las razones esgrimidas por el Gobierno nacional para comenzar, a partir de hoy, una flexibilización del aislamiento social y obligatorio que rige desde el 20 de marzo, con una apertura escalonada de actividades.
Las razones están detalladas en los considerandos del decreto 605/2020 publicado hoy en el Boletín Oficial, con la firma del presidente Alberto Fernández y todo el Gabinete nacional, que prorroga hasta el 2 de agosto el aislamiento en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), en Jujuy y el departamento chaqueño de San Fernando; y la fase de distanciamiento social en el resto del país.
Los argumentos
- Las medidas adoptadas por el Gobierno nacional han permitido mitigar la expansión de la pandemia en el país, lo que evitó la saturación del sistema de salud, a diferencia de lo sucedido en otros lugares del mundo.
• El Estado no sólo ha mejorado e incrementado la capacidad de asistencia del sistema de salud, la adquisición de insumos y equipamiento y fortalecido el entrenamiento del equipo de salud sino que dispuso medidas para morigerar el impacto económico y social.
• La tasa de incidencia acumulada para Argentina es de 245 casos cada 100.000 habitantes, de las más bajas de la región americana, y se redujo el tiempo de duplicación de casos.
• La efectividad del aislamiento ha logrado que más del 85% del país se encuentre en la fase de reapertura programada, progresando día a día con cada actividad que se va habilitando como excepción.
• Se incrementó un 41% la dotación de camas de terapia intensiva para adultos, y se dispusieron «29.485 millones de pesos a la atención de la emergencia.
• Se desarrollaron más de 350 estudios de investigación en el país de los cuales 63 corresponden a ensayos clínicos así como cuatro dispositivos de diagnóstico con empresas y científicos nacionales; y se estimuló y apoyó la producción nacional de respiradores, alcohol en gel y elementos de protección.
• Se reforzaron las acciones territoriales y de atención primaria y se incrementó la capacidad diagnóstica.
• Se consolidó y se capacitó a más de 13.000 voluntarios (profesionales y trabajadores de la salud, estudiantes universitarios y empleados estatales) que desarrollan acciones territoriales de atención; y se implementó el plan nacional de cuidado de los trabajadores de la salud.
• Se implementó como estrategia de control de contactos estrechos “DetectAr” en provincias y municipios de todo el país.
• Protección económica:los instrumentos como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el crédito a tasa cero para las trabajadoras y los trabajadores independientes registrados y la postergación o reducción de los aportes patronales, así como un salario complementario, en el caso del programa para la asistencia a las empresas y el trabajo (ATP). Yel pago de bonos especiales para los sectores más vulnerables y los que trabajan cotidianamente para prevenir y contener la epidemia. (Telam)