La suba generalizada de ingresos que planifica Alberto Fernández para sectores postergados se intentará por consenso con el sector empresario. Será una de las primeras medidas económicas del futuro presidente y demandará, eventualmente, anticipar la convocatoria al Consejo Económico y Social. La medida, que ayer anticipó este diario, apuntará a aumentar como mínimo los salarios de los trabajadores de las categorías más bajas, y estará acompañada de un refuerzo de las jubilaciones y del valor de los planes sociales.
El encargado primario de la ejecución del plan es Claudio Moroni, futuro ministro de Trabajo y dirigente de la máxima confianza del mandatario. Moroni fue quien este martes se reunió con la mesa chica ampliada de la CGT y que, con el mismo objetivo, propiciará un encuentro en los próximos días con referentes del sector empresario. En esa línea perdió fuerza la posibilidad de instrumentar la suba a través de un decreto, a imagen y semejanza de los ajustes de sumas fijas no remunerativas que aplicó en su interinato el expresidente Eduardo Duhalde y que continuó su sucesor, Néstor Kirchner.
Descontado el apoyo del sindicalismo tradicional al plan, el próximo paso de los futuros funcionarios serán las entidades gremiales empresarias. Para este segmento, donde además de Moroni operará Santiago Cafiero, eventual jefe de Gabinete, se intentará un grado de formalidad en el compromiso para evitar nuevas frustraciones como las que representaron los “pactos de caballeros” establecidos por Mauricio Macri con las centrales patronales.
El adelantamiento en el llamado del Consejo Económico y Social, que estaba pensado en el diseño original de Alberto Fernández para una segunda etapa, sumó argumentos como una solución intermedia para darle más chances de éxito a la iniciativa. Para el equipo gubernamental un decreto representaría una señal áspera hacia el empresariado -además de remitir a un primer kirchnerismo- en tanto que un mero entendimiento sin formalidad alguna le quitaría efectividad. Otra opción, confiaron en el Frente de Todos, será convocar al Consejo del Salario Mínimo y ampliar de facto sus atribuciones, en general asociadas únicamente al ajuste en el piso de ingresos formales.