Podría faltar pan y leche
El panorama en el campo argentino no es de los mejores. Las malas condiciones climáticas, con lluvias constantes en las principales zonas productivas, han llevado a que más de 10 millones de hectáreas se encuentren arrasadas por el agua, dejando improductivas más de 1,2 millones de las mismas, con pérdidas que superan los 2.000 millones de dólares.
Ante esta situación, desde la industria alimenticia se salió a advertir que por las adversidades naturales, que ocasionan un faltante de materia prima, los precios de bienes como harina de trigo, panificados y lácteos se incrementarán en promedio un 20% en los supermercados y negocios del país.
Según los números del sector triguero, la producción del cereal para la campaña 2017/2018 retrocedió en más de un millón de toneladas, como resultado de las casi 300.000 hectáreas que han quedado anegadas, lo cual ha generado pérdidas por US$ 180 millones a los productores, por no poder exportar.
La caída en la producción de trigo, principal insumo de la harina, genera faltante de la misma y, al regirse los precios por las reglas del libre mercado, los costos de los productos elaborados en base a esta suben sus valores. Por esto, el pan, las galletitas, las empanadas, las pizzas, como así también más de la mitad de los bienes que se venden en los supermercados, que se hacen en base al trigo, tendrán sustanciales incrementos a partir de las semanas venideras.
Lo mismo sucederá con los lácteos, que también aumentarán sus precios en los próximos días debido a cómo afectan las crecidas de los ríos a los tambos. Hasta el momento se han debido desechar cientos de miles de litros de leche por no poder comercializarlos. Como corolario, esto ha dejado pérdidas que superan los $600 millones en los últimos 45 días.
Las cadenas de supermercados ya han dejado trascender que los proveedores les han advertido en los últimos días que los precios de la leche, yogures, quesos, cremas, dulce de leche, flanes y mantecas, entre otros productos, llegarán con subas que rondarán el 20%, lo cual ha puesto en alerta a las organizaciones defensoras de los derechos de los consumidores.
Cifras que duelen
– US$ 2.000 millones alcanzarían las pérdidas por las inundaciones
– 10.000.000 las hectáreas afectadas por el agua en todo el país
– 1.200.000 hectáreas han quedado improductivas para la próxima cosecha
– 20% subirían los precios de los lácteos y harinas por el exceso de agua
– US$ 180 millones las pérdidas en la siembra del trigo
– 30% se incrementará el valor de carne ante el faltante de cabezas de ganado
Anegamientos que sacuden el suelo
Solo en la Provincia de Buenos Aires, los tambos afectados por las inundaciones ascienden a 2.500, es decir, el 60% de los establecimientos existentes en suelo provincial. El 67% de las vacas de ordeñe bonaerenses se encuentran en esta zona, afectando gravemente el desempeño de la actividad y llevando en muchos casos al cierre de tambos.
A su vez, más del 25% de la producción agrícola nacional se encuentra en el área afectada, siendo el maíz el que podría verse más perjudicado, con el 30% de su superficie potencial comprometida. Por su parte, más del 60% del rodeo vacuno de Buenos Aires está en la zona afectada, lo que representa un 34% del stock nacional. Además, el ganado se encuentra en una etapa crítica del ciclo productivo, que no solo puede afectar en la actualidad, sino también a futuro.
En toda la zona productiva nacional, se estima que son alrededor de 15.000 los kilómetros de caminos cortados o que se encuentran intransitables por las aguas, convirtiendo a la vida rural en una actividad cargada de incertidumbre de cara al corto plazo.
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