La joven destacó que es importante recibir este premio porque las nuevas generaciones «no tienen tantos modelos de mujeres que hacen ciencia».
Los virus mutan de forman permanente y así dan lugar al surgimiento de distintas variantes del mismo patógeno. Esto puede conducir, como ha sucedido en el caso de la pandemia de Covid-19, a que algunas de las variantes que aparecen tengan mayor facilidad para propagarse, generen formas más severas de la enfermedad o tengan una mayor capacidad para escapar al sistema inmune. Estas mutaciones son conocidas como variantes preocupantes o VOC, por sus siglas en inglés (Variants of Concern).
Este preámbulo es necesario para entender por qué Ana Peinetti, investigadora del CONICET en el Instituto de Química, Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, CONICET-UBA) es la flamante ganadora de la Beca L’Oréal –UNESCO “Por las mujeres en la ciencia” 2021, ya que su trabajo consiste en agilizar la detección de estas VOC.
“Actualmente, para detectar la presencia de VOC se usan métodos de secuenciación del material genético o alternativas basadas en test de PCR, pero ambas técnicas requieren de equipamiento costoso y de una estructura de laboratorio. Lo que nosotros proponemos es desarrollar un método rápido y económico que permita reconocer estas variantes, a partir de una plataforma que ya se utiliza como los test de antígenos. Estos test tienen la forma de tiras reactivas y, en la práctica, a partir de una muestra respiratoria, funcionan de manera similar las pruebas de embarazo. Una de las ventajas de este método es que se lo puede trasladar, sin problema, a distintas ubicaciones para hacer un monitoreo en tiempo real de la circulación comunitaria de diferentes VOC”, explica Peinetti.
El desarrollo liderado por Peinetti se articula con el proyecto coordinado por Andrea Gamarnik, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir), para producir un test rápido de antígenos nacional: COVIDAR-Ag.
“Lo que nos proponemos es incorporar, a estos test de antígenos, unas moléculas de ADN llamadas aptámeros, que funcionan como anticuerpos y tiene la particularidad de ser muy selectivas. Nosotros podemos desarrollar estas moléculas para que sean capaces de distinguir las distintas variantes de SARS-CoV-2. Esto permitiría disponer de test rápidos específicos que midan la circulación de la Delta en Argentina o de cualquier otra VOC. La ventaja de los aptámeros es que se los puede desarrollar rápidamente, por lo que los test podrían adecuarse en poco tiempo al surgimiento de nuevas variantes del virus”, explica la investigadora.
Aunque el proyecto inicial es incorporar los aptámeros a la plataforma COVIDAR-Ag, la investigadora destaca que estas moléculas, una vez desarrolladas, pueden adecuarse a otras tecnologías y aplicaciones.
Junto con Peinetti, trabajan en el INQUIMAE, en el desarrollo de los aptámeros, Marcos Gramajo, becario doctoral del CONICET, y Milena Pérez, estudiante de grado que cuenta con una beca del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Además, el proyecto cuenta con la colaboración de la investigadora del Consejo en el INQUIMAE Itatí Ibáñez, quien genera algunos de los pseudovirus que se usan en las selecciones in vitro.
“Voy por buen camino”
“Me enteré que gané el premio por una llamada de Ana Franchi y, la verdad, quedé muy sorprendida. Cuando una se presenta a un premio es porque cree que está en condiciones postularse, pero ganarlo es algo casi impensado, así que fue muy impactante. Creo que en el momento no caí y solo pude agradecer y no sé si se notó mi emoción”, relata Peinetti.
Para la investigadora, este galardón es significativo por varios motivos. En primer lugar, porque siempre es fundamental obtener financiamiento para llevar adelante los proyectos de investigación, “pero, además, en esta nueva etapa, en la que estoy comenzando a independizarme y dirigir mis propios proyectos, a veces es difícil estar segura, y este premio, de alguna forma, me dice que voy por buen camino”, comenta.
De acuerdo con Peinetti, la existencia del L’Oréal –UNESCO “Por las mujeres en la ciencia” es importante, porque permite visibilizar a las mujeres que hacen ciencia. “En este sentido, es importante tanto para las mujeres que formamos parte del sistema científico como para las niñas, chicas y chiques que están decidiendo qué hacer y por ahí no tienen tantos modelos de mujeres que hacen ciencia. Creo que mostrar ejemplos y modelos de que las mujeres podemos hacer ciencias es fundamental. También, para las mujeres jóvenes que estamos en el sistema científico, es muy importante que exista la categoría ‘beca’”, concluye. (DIB) ACR