Peritos confirmaron que había manchas de sangre en las zapatillas que tenía puestas Thomsen el día de la agresión. Y ADN de Fernando en Cinalli en el meñique de la víctima.
La octava jornada del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa se definió por las pruebas que presentaron los peritos quienes demostraron tanto en el cuerpo de una los agresores como en la ropa del otro había huellas físicas de su brutal contacto con su víctima: encontraron ADN bajo una uña y sangre en una zapatilla.
Una de esas pruebas se encontró en el dedo meñique de Fernando: había ADN de Blas Cinalli, uno de los ocho imputados del crimen cometido la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, según indicó el perito César Guida también precisó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
El mismo perito indicó que cerca de una decena de prendas de los acusados tenían manchas de sangre correspondientes con el perfil de la víctima, entre ellas las zapatillas pertenecientes a Máximo Thomsen (23) y una camisa de Matías Benicelli (23). Previamente declararon los peritos que realizaron la extracción y análisis de los rastros hallados en las prendas de los ocho acusados.
Según indicó ante tribunal Graciela Noemi Parodi, efectivo de la Policía Científica, ambos calzados, marca Cyclone usados por Thomsen en la madrugada del 18 de enero de 2020 presentaban “presunto tejido humano”. Por su parte, Norma Beatriz Tramontini, del Laboratorio Químico de la Policía Departamental de Dolores, precisó que dos evidencias obtenidas de la zapatilla derecha arrojaron tras su análisis resultado positivo para sangre humana.
Parodi fue la primera testigo de la octava jornada debate que se le sigue a los ocho rugbiers imputados, y tras el inicio de la audiencia con cerca de dos horas de demora en el primer piso de los tribunales de Dolores, repasó cómo fue el trabajo de extracción de muestras de rastros realizado sobre cerca de cien prendas secuestradas a los acusados y también de la víctima.
Luego el turno de Tramontini, quien detalló, que más de 30 de las muestras analizadas sobre esas extracciones y también sobre rastros obtenidos en el lugar del crimen arrojaron resultados positivos para sangre humana.
Esta testigo dijo que fue ella quien realizó el examen toxicológico de la víctima y que, de las tres muestras recibidas para ese examen, solo fue analizada una, que arrojó 0.7 gramos de alcohol por litro de sangre.
Por la tarde declaró el perito Guida y una serie de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) encargados de extraer y analizar los casi dos terabytes de información alojados en los nueve teléfonos celulares secuestrados a los acusados as los rugbiers al momento de su detención.
Tras finalizar la audiencia, y al retirarse de los tribunales, la audiencia, Graciela, madre de Fernando, dijo a la prensa “Es muy doloroso ver la sangre de mi hijo por todos lados.”
“Hay mucho tejido hemático de Fernando, eso nos permitió hacer una conexión, esto significa ni más ni menos que ratificar lo que vemos en las imágenes. Esto acredita el contacto, es indiscutible, es irrebatible”, había dicho por la mañana Fernando Burlando, abogado de los padres de la víctima.
Además de Thomsen y Benicelli, están sentados en el banquillo de los acusados Enzo Comelli (22), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
Según indicó ante tribunal Graciela Noemi Parodi, efectivo de la Policía Científica, ambos calzados, marca Cyclone usados por Thomsen en la madrugada del 18 de enero de 2020 presentaban “presunto tejido humano”. (DIB)