Lo dijo el subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia, Néstor Álvarez. “Lo positivo es que vamos a estar mejor armados si lo comparamos con diciembre del año pasado porque hay obras en ejecución por 90 millones de dólares que nos van a permitir una mejora del servicio”, opinó.
Néstor Álvarez, subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia, anticipó que el próximo verano “va a ser duro” en términos de falta de agua potable. “Va a ser un verano duro, no hay que mentirle a la gente. Lo positivo es que vamos a estar mejor armados si lo comparamos con diciembre del año pasado porque hay obras en ejecución por 90 millones de dólares que nos van a permitir una mejora del servicio. Las mismas, junto a un plan de contingencia robusto de ABSA van a dar respuestas a los vecinos”, le respondió el funcionario al portal de La Nueva.
Por su parte, el intendente Federico Susbielles admitió: “Somos conscientes de que nos quedan dos o tres veranos complicados en este tema, pero en la actualidad hay un contraste evidente entre gobernadores que le han prometido mucho a la gente y la gestión actual que tiene un rumbo y planes de obra muy claros”. “En Bahía, durante las gestiones pasadas, se hablaba de agua cuando el servicio se cortaba. Hoy tenemos una mesa de seguimiento de las obras y de la situación actual que cada treinta días remite informes al legislativo local sobre el funcionamiento del servicio, el avance de las obras y los problemas que enfrentamos en este sentido “, explicó Susbielles.
Problemas con el agua potable
La provincia de Buenos Aires, a través del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos y de la Dirección Provincial de Agua y Cloacas (DIPAC), lleva adelante un plan integral que incluye un total de 21 obras destinadas a mejorar la provisión de agua potable en Bahía Blanca. Las mismas tienen financiamiento de origen mixto: una parte proviene de fondos provinciales y otra de un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) gestionado en marzo de 2020, informó semanas La Nueva.
Los trabajos buscan dar una respuesta estructural a los problemas históricos de provisión, distribución y acceso al agua potable que afectan a la región, tanto por factores naturales como por los vinculados con una infraestructura que ha quedado inadecuada e insuficiente. (DIB) GML
