Las autoridades de Trenes Argentinos están trabajando para incrementar el tránsito de pasajeros entre estaciones intermedias. Desde su reinauguración, el tránsito ha crecido de manera constante pero aún no está en el nivel pretendido.
Las autoridades de Trenes Argentinos están trabajando para incrementar el tránsito de pasajeros entre estaciones intermedias del tren que une Buenos Aires con Mar del Plata, ya que si bien desde su reinauguración en el mes de julio del año pasado este tránsito ha crecido de manera constante, aún no está en el nivel pretendido.
El presidente del organismo dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, Marcelo Orfila sostuvo al respecto que “es importante que la gente tome conciencia de la posibilidad de utilizar el tren en los intertramos, porque entonces estaríamos respondiendo al sentido social que el servicio debe tener”.
El total de pasajeros transportados desde el 3 de julio del 2017 en que el servicio volvió a circular entre Buenos Aires y Mar del Plata, hasta el 31 de enero de este año fue de 245.337, de los cuales 17.978 utilizaron intertramos.
La cifra parece menor, pero si se tiene en cuenta que el mayor caudal de pasajeros se traslada punto a punto en temporada invernal o estival y en los fines de semana, resulta significativa.
El tren tiene una capacidad de 559 pasajeros y durante los días de semana la ocupación ronda el 40 o el 50 por ciento, de los cuales entre un 15 y un 20 por ciento corresponden a tránsito entre localidades intermedias.
“Hemos hablado con los intendentes de las 12 localidades en las que el tren tiene parada, para que cada uno de ellos incentive el uso y faciliten el acceso de los pobladores a un servicio que es significativamente más barato que el micro”, dijo Orfila.
El convoy se movió lentamente desde la estación Constitución a las 15.28, Su andar cansino cambió la geografía ciudadana por la inmensidad del campo y en Coronel Brandsen, la primera parada, se advirtió la primera muestra del movimiento de pasajeros que subían y bajaban. Esa primera estación, con 4.428 pasajeros que utilizaron el tren en los primeros siete meses del servicio, es una de las que mayor cantidad de viajeros aporta.
“Yo tomo el tren porque me sale menos de la mitad que el colectivo y a pesar de que tarda un poco más, se viaja muy cómodo, todo está muy limpio y cuidado y uno puede estirar las peirnas, caminar o ir al coche comedor para distenderse. Viajo casi todos los meses a Mar del Plata a visitar a mis amigas”, cuenta Elisa, una jubilada que se confiesa “fanática de los trenes”.
Después siguieron Chascomús, Lezama, Dolores, Castelli, Maipú y Coronel Vidal, ya con la noche cubriendo el paisaje, entre las que más movimiento registraron. En todas y cada una de ellas subieron y bajaron viajeros, en un movimiento no numeroso, pero si constante.
En Lezama abordó el tren Esteban, un cuentapropista que distribuye insumos informáticos con domicilio en Mar del Plata. “Depende de los días, me tomo el tren de la madrugada que va a Buenos Aires, espero un rato en un bar que abran los negocios y visito clientes hasta la tarde en que me vuelvo en el tren a Mardel. A veces a la mañana me vengo en micro por el horario, pero cuando puedo uso el tren porque es más económico y me rinde más. Hago lo mismo para ir a Dolores, Castelli y Maipú, donde también tengo clientes”, comenta.
El pasaje en micro entre Dolores y Mar del Plata va de los 335 pesos a los 375. El boleto de tren, en primera clase cuesta 250 pesos y si se elige el Pullman, el costo es de 300 pesos.
Por momentos el tren alcanza una velocidad incluso superior a los micros que viajan por la Autovía 2, paralela en gran parte del recorrido a las vías. El tendido ha sido renovado totalmente, pero los numerosos pasos a nivel y las alcantarillas sin mantenimiento durante años, obligan a reducir la velocidad en muchos tramos.
Para Horacio no obstante, que viaja todos los meses desde Mar del Plata a Dolores a visitar a su madre, el tren sigue siendo esencial. “Por la mitad casi de lo que me cuesta el micro, estoy en Dolores. Además mirá como se viaja -dice señalando las comodidades- no hay duda a la hora de elegir”.
Poco antes de las 22 el convoy ingresa a Mar del Plata. Lentamente se acomoda en la renovada estación y de pronto el movimiento es intenso entre los que arriban y aquellos que llegan para abordar el tren que pocos minutos antes de la medianoche emprenderá el regreso a Constitución.
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