Tras pasar un hermoso domingo, regresábamos a nuestra casa por Arenaza cuando nuestro coche fue embestido por un vehículo que se desplazaba descontroladamente por Libres del Sur.
Los vecinos testigos coincidieron que eran muy jóvenes, probablemente menores, quienes huyeron por Belgrano con el vehículo deteriorado y una rueda muy afectada.
El tema no solo es la irresponsabilidad de los jóvenes que actuaron con una conducta homicida, el tema es la conducta de sus mayores.
No les llamó la atención de que chocarán, no tenían datos para salvar responsabilidades, no se acercaron a la esquina en cuestión. Solo, hasta este momento al menos, se han limitado a proteger su irresponsabilidad, su patrimonio, su anonimato y cobarde huida.
Me pregunto: ¿Qué hijos estamos criando? ¿Qué clase de adultos somos? ¿Qué humanidad estamos construyendo? Las sociedades no se suicidan, rápidamente los vecinos nos asistieron, nos dieron los datos de la patente y características de los que huyeron pasando por un domo y en dirección al centro.
La policía no nos tomó denuncia presencial porque sólo era un incidente de tránsito. No pudimos convencerlos de que el incidente ya se había producido por eso estaban allí. No les intereso el relato de los vecinos que afirmaron sobre la posible minoridad de los huidores. Tuvimos que hacer la denuncia de modo virtual y hasta el lunes, no habían efectuado investigación alguna porque no había esa novedad en el libro de guardia pese a que la oficial reconoció de mutus propio que sabía que me habían trasladado al hospital oportunamente(¡Gracias Hospital de Chascomús!).Nos sentimos desamparados.
Tenemos que redoblar los esfuerzos para salir de la anomia y de la falta de cumplimiento de las normas existentes. Sin embargo y sintiéndome muy apesadumbrado, creo que el mayor problema es cómo estamos actuando como mayores, que sociedad legaremos a nuestros nietos.
Juan Carlos Ramírez
DNI 8559617