También pidió sancionar a los seis diputados que se plegaron al veto de Milei llamándolos desertores
El presidente de la Fundación Ricardo Rojas, Juan Manuel Casella, afirmó Rodrigo De Loredo “no controla ni conduce” el bloque radical en Diputados, su mensaje “es de tal ambigüedad en sus opiniones con relación al gobierno, que muchas veces cualquier mal intencionado podría pensar que funciona más bien como un infiltrado del Poder Ejecutivo que como un integrante del bloque radical”.
En una declaración pública, Casella se refirió a la decisión de seis diputados radicales de plegarse al veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, en la que expresó:
“La actitud de seis diputados de la Unión Cívica Radical –cuatro con sus votos y dos con sus ausencias- que apoyaron el veto del Poder Ejecutivo aplicado a la ley de reforma del sistema jubilatorio, significó un grave perjuicio para la Unión Cívica Radical, un claro deterioro de su imagen pública, razón más que suficiente para que deban ser objeto de sanción.
Es cierto que el veto hubiese quedado incólume aún con el voto afirmativo de esos diputados, pero más allá del resultado cuantitativo, lo cierto es que la deserción de esos legisladores es un mensaje absolutamente negativo para la relación entre el radicalismo y la opinión pública.
Vale la pena incorporar una segunda reflexión: los seis desertores no sólo habían votado a favor del proyecto de ley, sino que además alguno de ellos había fundamentado su voto favorable, en el recinto y en medios de comunicación. El cambio abrupto e inexplicable en la posición revela que no merecen la confianza del elector porque o votaron de manera superficial cuando aprobaron el proyecto u obedecieron alguna causa poco clara cuando decidieron apoyar el veto de la norma que ellos mismo habían votado.
Por último: el diputado De Loredo no debe seguir presidiendo el bloque radical de diputados nacionales. En primer lugar, porque este episodio revela que no lo controla ni lo conduce. Pero fundamentalmente porque su mensaje es de tal ambigüedad en sus opiniones con relación al gobierno, que muchas veces cualquier mal intencionado podría pensar que el diputado De Loredo funciona más bien como un infiltrado del Poder Ejecutivo que como un integrante del bloque radical”.
