Hugo Tomei consideró que los cusados por el crimen de Fernando Báez Sosa deberían ser absueltos por la «incongruencia» entre la elevación a juicio y la acusación en los alegatos. De no ser así, pidió que sean condenados por el delito de «homicidio en riña».
En la última jornada de alegatos en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 en la localidad de Villa Gesell, el defensor de los ocho acusados, Hugo Tomei, consideró que los rugbiers deberían ser absueltos en el juicio debido a la “incongruencia” entre la elevación a juicio y la acusación en los alegatos. Pidió que, de no ser así, sean condenados por el delito de “homicidio en riña”, que prevé una pena máxima de seis años de prisión.
A continuación, Tomei planteó que, subsidiariamente, en caso de que los declare culpables sea por “homicidio simple con dolo eventual” y que el Tribunal distribuya sus participaciones, o por el delito de “homicidio preterintencional”.
“No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión”, aseguró Hugo Tomei, quien además solicitó la nulidad del secuestro de los teléfonos celulares y las prendas de vestir de los imputados al momento ser detenidos ya que “no se los comunicó los derechos que los asistían”.
El letrado añadió que hecho por el cual fueron imputados los rugbiers “no está probado”, y sostuvo que los acusadores “probaron otro hecho” durante el debate. En esa línea, Tomei aseguró que “no está el dolo”, que “el perito (forense) no pudo determinar cuál de los golpes causó la muerte” de Fernando y que “nunca hubo un plan para matar”.
Así, aseveró que el hecho “se encuadra en un homicidio en agresión conocido como riña”, previsto en el artículo 95 del Código Penal, por lo que “con la pena que están cumpliendo de tres años quedarían todos en libertad”.
“No me quiero imaginar”, dijo en tono irónico ante la posibilidad de que sus asistidos puedan llegar a ser liberados, tras lo cual insistió: “Pero bueno, creo que ese es el adecuado contexto jurídico en que una sentencia a mí criterio debe ser dictada”.
Tomei dedicó gran parte de exposición a cuestionamientos procesales sobre la acusación de los fiscales y los letrados del particular damnificado durante sus alegatos de ayer, en los que pidieron reclusión perpetua para los ocho acusados.
“Después de los largos alegatos de ayer me estoy encontrando con otro hecho. Pareciera llamativo lo que estoy diciendo, pero si el objeto está descripto en la requisitoria, lo que ayer nos pasó es escuchar (otras) cosas”, expresó el letrado, al asegurar que de lo surgido del debate se ve “afectado el principio de congruencia”.
“Si son ocho los que tienen un altercado adentro del boliche, no puede ser uno, son ocho”, dijo en referencia al incidente entre los imputados y Fernando Báez Sosa dentro del local bailable “Le Brique” de Villa Gesell que, para los acusadores, derivó en el crimen cometido minutos después.
“No hay duda de que toda la evidencia está contaminada, absolutamente toda”, agregó el defensor, quien antes había cuestionado el tenor mediático del caso.
Tomei puso también en duda los testimonios brindados en el debate por el custodio de “Le Brique”, Alejandro “Chiquito” Muñoz, al considerar que si vio lo sucedido desde el lugar donde indicó en un croquis incorporado a la causa es “el hombre nuclear con el ojo biónico”.
En la misma línea, puso en duda las precisiones aportadas por Tomás Bidonde, otro de los testigos del debate oral, y agregó: “Los testigos inconscientemente fueron asumiendo una posición que tiene como contrapartida una sentencia difícil de hacer”.
Finalmente, el defensor expresó: “Espero que la sentencia sea justa, va a ser acatada”.
“Impronta mediática inigualable”
Hugo Tomei dedicó gran parte de su argumentación a cuestionamientos procesales sobre la acusación de los fiscales y los letrados del particular damnificado -encabezados por Fernando Burlando y Fabián Améndola- en sus alegatos, en los que pidieron prisión perpetua para los ocho acusados.
En un tramo de su exposición, el defensor hizo poner de pie a Viollaz, Thomsen, y Luciano y Lucas Pertossi. Llamó de manera irónica “el monstruo” a Thomsen, mientras repetía las referencias hacia ellos volcadas en la elevación a juicio del caso, que a su entender no se condicen con los lineamientos de la acusación, y expuso un compilado de insultos exprsados por Fernando Burlando en distintos medios, contra los acusados.
Se refirió también a la “impronta mediática inigualable” que tuvo el caso desde la madrugada del crimen, que lo “ha transformado” en “un paradigma de lo que no debe ocurrir”, con “horas y horas de videos, constancias del expediente expuestas en las redes sociales, en canales de televisión”.
“Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad, y considero que es otra forma de presionar al Poder Judicial y obtener una sentencia que tiene que ver con el criterio de la opinión pública”, señaló. (DIB) MM/ACR