Un grupo que protestaba contra el gatillo fácil quiso abordar al policía, que se presentó en la sala de audiencias.
Organizaciones que protestaban contra el “gatillo fácil” en el marco del juicio contra Luis Chocobar protagonizaron este miércoles un cruce con Infantería cuando quisieron “escrachar” al policía, en una jornada en la que la madre del joven muerto a tiros declaró y se lamentó porque su hijo no tuvo “un juicio justo” como el oficial.
Ivonne Kukoc declaró esta mañana por videoconferencia ante el Tribunal Oral de Menores N°2, que juzga la muerte de su hijo a manos de Chocobar, quien intentó detenerlo luego de que el joven asaltara y apuñalada en reiteradas oportunidades a un turista estadounidense.
En las puertas del tribunal, no obstante, hubo cruces entre la policía y organizaciones que protestaban contra el “gatillo fácil”, quienes intentaron increpar a Chocobar al ingresar a la sala de audiencias y se toparon con personal de la guardia de Infantería de la Policía de la Ciudad.
Durante su declaración, Kukoc dijo que “confía plenamente” en el tribunal y se lamentó porque su hijo no pueda tener “un juicio justo” de la misma manera que la tiene el efectivo que está siendo juzgado.
Según el abogado Pablo Rovatti, quien representa a la familia de Kukoc, el testimonio de la madre del delincuente muerto fue “muy sentido” y “doloroso” y debió ser interrumpido durante algunos minutos a pedido de la mujer, quien se hallaba llorando y en estado de nerviosismo.
“Fue una declaración dura. Dijo que esperaba que se haga justicia y que confía en el criterio del tribunal. Se lamentó porque el policía está siendo juzgado y que esa posibilidad no la tiene, ni la tuvo, su hijo porque fue asesinado por la espalda cuando corría escapándose sin representar un riesgo y un peligro para nadie”, dijo el letrado.
Por otra parte, la mujer recordó al tribunal que el 8 de diciembre del 2017, cuando ocurrió el hecho, el otro joven que está acusado en el marco de este juicio -un menor de edad detenido como coautor del robo al turista estadounidense que derivó, luego, en la intervención de Chocobar- pasó a buscar a su hijo por la mañana.
La mujer dijo que suponía que su hijo “se había mandado una macana con él” y recordó al tribunal que fue ella quien le aportó a la Justicia el dato de quién era ese menor de edad, a partir de lo cual lograron detenerlo.
El hecho
En diciembre de 2017, Juan Pablo Kukoc y un cómplice asaltaron al turista estadounidense Frank Wolek (60) cuando caminaba por La Boca, y lo apuñaló una decena de veces en el pecho, dejándolo gravemente herido.
Tras el ataque, ambos delincuentes salieron corriendo, pero mientras su cómplice logró escaparse, Kukoc fue interceptado a tres cuadras por dos transeúntes que habían visto el ataque. Segundos después llegó al lugar Chocobar, efectivo de la Policía Local de Avellaneda, quien se identificó y, según declaró luego, le pidió que se detenga, tras lo cual efectuó disparos, dos de los cuales alcanzaron a Kukoc en el muslo izquierdo y el mortal, en la zona de la espalda.
Un peritaje realizado por expertos de la Policía Federal reveló que la bala que disparó Chocobar y mató al ladrón ingresando por la espalda, primero rebotó en el asfalto, lo que para su defensa demuestra que no apuntó a matar, sino a las piernas. (DIB)
