El empresario quedó acusado de «homicidio culposo» y la «facilitación de drogas». Se descartaron las figuras de femicidio, homicidio criminis causa y abandono de persona agravado por el resultado de muerte.
El empresario Francisco Sáenz Valiente fue procesado este miércoles sin prisión preventiva, pero con la obligación de tener que usar una tobillera electrónica por el “homicidio culposo” y la “facilitación de drogas” a Emmily Rodrigues, la modelo brasileña que hace casi tres meses murió tras caer del departamento del imputado en el sexto piso de un edificio del barrio porteño de Retiro.
La Sala 6 de la Cámara del Crimen dispuso el procesamiento de Sáenz Valiente, de 52 años, aunque sin prisión preventiva, como autor del delito de “suministro gratuito de estupefacientes, en concurso ideal con facilitación de un lugar para su consumo, en concurso ideal con homicidio culposo, en concurso real con el de tenencia ilegítima de un arma de uso civil condicional”, por una escopeta secuestrada en la casa.
El fallo de la jueza Magdalena Laíño dio por entendido que la muerte de Emmily fue responsabilidad del empresario pero no por dolo directo, sino producto de la ingesta de drogas que esa noche ofreció en su casa.
De esta manera, quedaron descartadas las figuras de femicidio y homicidio criminis causa -para ocultar un abuso sexual- planteado por la querella, así como el “abandono de persona agravado por el resultado muerte” pedido por la fiscalía en la audiencia oral realizada el pasado 22 de mayo.
Si bien decidieron no dictar la prisión preventiva, los camaristas Laíño, Ricardo Matías Pinto e Ignacio Rodríguez Varela, sí ordenaron que el empresario del agro y minero sea monitoreado de manera ambulatoria con la colocación de “una tobillera electrónica de geolocalización digital y radiofrecuencia que permita el rastreo de su ubicación”.
Los jueces ordenaron que esa medida “deberá articularse a través del ‘Programa de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica’ dependiente de la Subsecretaría de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia y Derechos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación”.
A su vez, le ordenaron al juez de instrucción Martín Del Viso dictar un embargo sobre los bienes del imputado por la suma de 12.547.300 pesos.
En otro de los puntos, los camaristas decidieron mantener las mismas medidas cautelares ya dictadas para Sáenz Valiente por el juez de la causa el 18 de abril, es decir, una prohibición de acercamiento a los familiares de la damnificada y a los testigos que declararon en la causa, prohibición de salida del país, la obligación de asistir cada 15 días a la sede del tribunal y fijar un nuevo lugar de residencia distinto a la casa donde ocurrió el hecho.
Esta semana se incorporó al expediente un reporte pericial que detectó sangre y semen en 25 muestras levantadas en preservativos, sábanas, acolchados y hasta en el corsé que usaba Emmily la noche en la falleció al caer al vacío.
El abogado defensor del empresario Rafael Cúneo Libarona, prefirió no opinar de la resolución hasta no leer la fundamentación, mientras que el letrado querellante que representa a los padres de la víctima, Ignacio Trimarco, aseguró que están “conformes con la resolución, que habilita a que continúe la investigación y a que sea en un debate oral donde se termine de definir la calificación penal, es decir, si se trata de un homicidio culposo o de un femicidio”.
El caso
El hecho ocurrió el 30 de marzo pasado, cuando Emmily llegó a las 3.21 con dos amigas al departamento de Sáenz Valiente, en el sexto piso del edificio de Libertad 1542, en Retiro, donde ya se encontraba una cuarta mujer.
Tras una madrugada de excesos con ingesta de alcohol, marihuana, cocaína y tusi, Rodrigues sufrió un aparente brote psicótico y a las 9.18 terminó cayendo por una ventana desnuda al patio interno del pulmón de manzana del edificio, cuando en el departamento solo estaban Sáenz Valiente y una de sus amigas. (DIB) ACR