El acuerdo incluye ocho cortes con bajas de hasta 30% respecto de octubre, que estarán disponibles en las grandes cadenas de supermercados en todo el país, en carnicerías Friar y en el Mercado Central.
Los cortes de carne a precios rebajados que acordó el Gobierno nacional con frigoríficos exportadores se comenzarán a vender la semana próxima en el Mercado Central y 1.600 bocas de expendio en todo el país, al tiempo que se trabaja para alcanzar acuerdos similares para frutas, verduras y hortalizas.
Se trata de ocho cortes con bajas de hasta 30% respecto de octubre: tira de asado a $399 el kilo, vacío $499, matambre $549, tapa de asado $429, cuadrada/bola de lomo $489, carnaza $359, falda $229 y roast beef $399, que se suman a los dos cortes incluidos en Precios Cuidados (carne picada $265 y espinazo $110 pesos).
Con un volumen de oferta de 6.000 toneladas por mes, los cortes estarán disponibles en las grandes cadenas de supermercados en todo el país -Carrefour, Jumbo, Disco, Vea, Coto, Walmart, La Anónima, Día, Libertad-, en carnicerías Friar y en el Mercado Central.
En el Mercado Central, los cortes promocionales se venderán todos los días; mientras que en los supermercados la campaña será los primeros tres miércoles y fines de semana de cada mes.
Del acuerdo participaron el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentina ABC, la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif), la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra) y la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
El acuerdo -de carácter anual- tiene vigencia hasta el 31 de marzo, y luego las partes se volverán a reunir para evaluar las condiciones para su continuidad, siempre bajo un esquema de revisión trimestral.
Al respecto, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, destacó que «la idea era retrotraer los precios a noviembre a partir de que hubo una acelerada en los cortes de carne».
La funcionaria indicó que se busca «sostener los precios hasta el 31 de marzo y apuntando a tener un acuerdo anual, revisarlo a fin de marzo, ver cómo funcionó y monitorearlo para poder extenderlo en el tiempo».
Español dijo que se trabajará para asegurar «buena cantidad de tonelaje de la oferta mensual», y si se viera que no alcanza se buscará «un aprovisionamiento mayor; la idea es que estén bien abastecidos los días que esté esta oferta».
Por su parte, el director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, afirmó que con el cupo de toneladas que van a disponer todas las cadenas involucradas en el acuerdo, «están cubiertas todas las provincias y gran parte de las localidades importantes».
En tanto, el presidente del consorcio de frigoríficos exportadores ABC, Mario Ravettino, confió en que «esto tiene que ser una referencia para el resto de los operadores del mercado doméstico para los precios».
«Lamentablemente no podemos incluir carnicerías porque nosotros comercializamos cortes y los únicos que reciben cortes son los supermercados», mientras que las carnicerías reciben media res, señaló.
Asimismo, el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti, dijo que «lo que puede entregar el sector exportador son entre 5 y 6 mil toneladas de carne por mes y parece exiguo para un consumo de 190 mil toneladas mensuales de carne en la Argentina».
«Seguramente habrá algún carnicero que intente copiar esos precios subiendo los otros cortes», agregó.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anticipó que tras el acuerdo con frigoríficos y supermercados por el precio de la carne vacuna, el Gobierno va «a tratar de generar un mecanismo similar» para «contener los aumentos en el sector de frutas, verduras y otros productos de huerta».
«Es un mercado con mucha atomización, tanto de pequeños productores como de comercios, es un esquema más complejo, pero estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura para tratar de dar más certidumbre a los precios», explicó Kulfas.
Sobre la performance de 2020, dijo que «la inflación fue de 36%, es decir, 20 puntos menos que en 2019, pero en alimentos hubo una disparidad importante en la góndola: el producto industrial (leche, manteca, harina, etc.) subió alrededor del 23%, pero los frescos (carne, verduras, frutas, hortalizas) aumentaron entre 50 y 60%».
«Hubo un proceso que tuvo que ver con la pandemia y con los precios internacionales, y este año lo que queremos es evitar que se repita ese fenómeno», definió.
Agregó que «precios de commodities que suben a nivel internacional son una buena noticia para el país, porque van a entrar más dólares», pero al mismo tiempo, reconoció, se introducen tensiones de precios en el mercado interno, porque los productores locales quieren trasladar los valores externos.
«Eso se ve en el maíz, principal insumo para los pollos, o el trigo, materia prima de la harina, panificados, pastas, etc. Por eso trabajamos en acuerdos específicos con el armado de un fideicomiso para esos granos, como ya se hizo con el girasol», sostuvo el ministro.
La idea, explicó, «es el desacople de una parte de esa producción para evitar que el precio internacional se traslade al local y mantener precios accesibles para los consumidores».
El ministro de Agricultura, Luis Basterra, también se refirió a los acuerdos que se busca alcanzar con distintos sectores para lograr bajas de precios en alimentos «sin que signifique un desestímulo a la producción».
«El acuerdo de la carne es el primero; estamos trabajando sobre el aceite de girasol y sobre el maíz y el trigo, que son insumos básicos para el pan y la pasta, y el otro para productos intermedios», afirmó Basterra.
«Estamos tratando de generar mecanismos que permitan el desacople de esos precios sin que signifique un desestímulo a la producción», dijo Basterra, y afirmó que «hay buena voluntad de los actores». (Fuente: Télam)